viernes, 30 de marzo de 2012

¿DONDE ESTA TU DIOS?

¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios? Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho. Salmos 115:2-3.

El Señor guarda a todos los que le aman. Salmos 145:20.

Esta es la pregunta que en el Salmo 42:10, el incrédulo hace al creyente que pasa por una gran prueba. Respondamos por medio de la Palabra de Dios:

Nuestro Dios está por encima de nosotros: “El Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra” (Deuteronomio 4:39).

Nuestro Dios está por debajo de nosotros: “El eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos” (Deuteronomio 33:27).

Nuestro Dios está delante de nosotros: “El Señor iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles” (Éxodo 13:21).

Nuestro Dios está detrás de nosotros: “Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano” (Salmo 139:5).

Nuestro Dios está alrededor nuestro: “El ángel del Señor acampa alrededor de los que le temen, y los defiende” (Salmo 34:7).

Nuestro Dios está cerca de nosotros: “Cercano está el Señor a todos los que le invocan” (Salmo 145:18).

Nuestro Dios (en Jesús) está con nosotros: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:20).

Nuestro Dios (en el Espíritu Santo) está en nosotros: “¿Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo…?” (1 Corintios 6:19).

lunes, 26 de marzo de 2012

HUID DE LA FORNICACION

A José, uno de los hijos de Jacob, sus hermanos lo detestaban, por eso decidieron deshacerse de él vendiéndolo como esclavo. De esta manera fue llevado a Egipto. Allí Potifar, oficial de Faraón, lo compró. Luego, viendo que José trabajaba con celo y rectitud, lo ascendió a mayordomo. Entonces la mujer de Potifar intentó seducirlo varias veces, pero José rechazó la tentación tajantemente. Enfadada por verse rechazada, la mujer se vengó y mediante un falso testimonio consiguió que José fuese condenado por la falta que no quiso cometer. Lo encarcelaron, pero Dios nunca abandonó a su fiel testigo e hizo que prosperase aún más.

Queridos jóvenes creyentes, sigamos el ejemplo de José. Desde la creación del hombre Dios limitó las relaciones sexuales al contexto de la pareja, entre marido y mujer (Génesis 2:24). Esta ordenanza fue confirmada en Éxodo 20:14: “No cometerás adulterio”, completada en Deuteronomio 22:13-29 y vuelta a comentar por Jesús mismo (Mateo 19:2-9). El Espíritu indica categóricamente a toda la asamblea de Jerusalén que uno debe abstenerse de la fornicación (Hechos 15:28-29), y el apóstol Pablo lo repetirá a menudo en sus epístolas.

Aquel o aquella que no sigue la corriente de este mundo en el ámbito de la sexualidad puede ser ridiculizado o acosado, pero será feliz obedeciendo a su Salvador, quien se lo ordena por su bien y, por supuesto, por el bien de los hogares, de los niños y de la sociedad en general.

domingo, 25 de marzo de 2012

CUANDO LLEGA LA PRUEBA

Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21

Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto… que el Señor es muy misericordioso y compasivo. Santiago 5:11

Pocas personas han pasado tan repentinamente de una riqueza inaudita, como era la de Job, a una completa pobreza. En un día perdió a todos sus hijos y toda su fortuna.

Job habría podido acusar a los elementos naturales: el rayo que había matado a sus ovejas y la tempestad que había destruido la casa donde sus hijos se hallaban reunidos. Habría podido maldecir a los saqueadores que destrozaron sus rebaños. ¿Qué consuelo le hubiese dado esto? ¿Qué instrucción habría recibido de ello?

En lugar de esto Job, quien conocía a Dios, discernió inmediatamente su intervención. Sabía que su prosperidad no era sólo el resultado de sus esfuerzos o de circunstancias favorables, sino que todo lo debía a Dios. Asimismo aceptó que Dios, en su soberanía y perfecta sabiduría, le quitara lo que le había dado. “¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?”, respondió a su mujer, desesperada por las desdichas que caían sobre ellos (Job 2:10). Y bendijo el nombre del Señor.

Quizá discernimos fácilmente la mano de Dios cuando nuestras condiciones de vida son favorables, pero no cuando el viento ha cambiado. Sepamos reconocer su intervención en cada prueba. Como Job, aceptémosla de parte de Dios quien, con bondad, quiere instruirnos y bendecirnos al final. En medio de la fe cristiana hay esta seguridad: Dios es amor. La recibimos aun a través de las lágrimas, con una dicha profunda y eterna.

sábado, 24 de marzo de 2012

DESATANDO LA FUERZA ANGELICAL

El segundo Koach es la fuerza angelical. Si queremos alcanzar grandes cosas en nuestra vida, tenemos que creer y liberar la fuerza o el Koach angelical.

En Colosenses 2:18, Pablo hace una aclaración con relación a los ángeles. Y es que, a través de los tiempos, se ha malinterpretado lo que es el poder angelical, y hay gente que en vez de desatar el poder angelical en favor de ellos, lo que hacen es adorar a los ángeles.

No se trata de adorar a los ángeles, sino de entender lo que son, para qué están y cuál es el beneficio para nosotros.

En la biblia, creían en los ángeles, pero los tenían en la posición correcta.

En una ocasión, Dios liberta a Pedro de la cárcel, y Pedro va a un culto de oración en una casa en la que estaban orando por él. Una jovencita le abre, lo ve, y va adentro a decirles a los demás que Pedro estaba a la puerta. Y le dijeron que no podía ser Pedro, que era más bien su ángel, el ángel de Pedro. Estas personas no dejaron su culto de oración a Dios al pensar que había un ángel a la puerta.

Muchos cristianos hoy correrían a buscar el ángel. Si bien es cierto que no era un ángel, sino que realmente era Pedro, ese no es el punto, sino que aún creyendo que había un ángel a la puerta de la casa, no dejaron su culto de adoración a Dios por ir tras el ángel. No se dejaron mover por la aparición o posible aparición de un ángel, porque un ángel no las movía a dejar aquello en lo que habían creído.

A través de toda la palabra de Dios vemos apariciones de ángeles en momentos muy importantes en la vida de los hombres.

Cuando Jacob estaba en un momento de tristeza, de depresión, huyendo, corriendo, se acostó usando una piedra por cabecera, y tuvo un sueño en el que vio una escalera por la que ángeles subían y bajaban – no bajaban y subían, sino que subían y bajaban. Esos ángeles estaban llevando las peticiones de Jacob delante de la presencia de Dios, y bajaban por la misma escalera. Esa visión le da la fuerza a Jacob para seguir hacia adelante.

En el libro de Daniel, capítulo 10, en medio de un ayuno, un ángel se le aparece a Daniel y le dice que el ángel Miguel está peleando una batalla y que él estaba allí para darle fortaleza y decirle que la palabra se va a cumplir. En otras palabras, el ángel le estaba diciendo que el cielo completo estaba peleando por él.

Quizás Dios te ha dado una palabra y te has desanimado porque estás viendo las circunstancias, las dificultades, pero no te has dado cuenta que desde el día en que Dios te dio la palabra, él movió todas las huestes angelicales para pelear en favor tuyo. Y no mandaron a cualquier angelito, mandaron a la mano derecha de Dios, el ángel Miguel, a pelear tu batalla.

No seas un cristiano inmaduro. Que hoy hayas orado y ayunado medio día, no quiere decir que mañana vas a tener la respuesta. Los maduros sabemos que a veces Dios tiene que mover cielo y tierra para provocar todo lo que él nos ha prometido, pero que el cielo completo está trabajando en favor nuestro.

Dice en Hebreos 1 que los ángeles son ministradores, servidores de aquellos que han heredado la salvación.

Pablo hace esta aclaración porque hay quienes han elevado a los ángeles a un nivel que no es el que les corresponde, no es el correcto. ¿A qué ángel Dios sentó a su diestra? A ninguno. ¿A quién Dios sentó a su diestra? A Cristo, y a nosotros. Así que si ningún ángel ha subido a la diestra de Dios, los ángeles están por debajo de nosotros. Los ángeles son espíritus ministradores, están a nuestro servicio, no trayendo palabras de aliento, sino trabajando por ti.

Algunos se preguntan por qué están tan cansados, y es que tienen a sus ángeles de vacaciones. Estás haciendo fuerza de más, porque tus ángeles están de vacaciones, o le estás dando las instrucciones incorrectas. Hay un trabajo que se supone que ellos estén haciendo, y que tú no estés haciendo.

Salmos 103:20 dice que los ángeles ejecutan la palabra de Dios, obedeciendo la voz de su precepto.

Hay muchos aparatos hoy día que funcionan activándose con nuestra voz. El mundo ha descubierto lo que nosotros deberíamos saber hace mucho tiempo. El mundo se mueve por la voz.

Los ángeles son activados por voz.

La voz de Dios en el mundo somos nosotros. Nosotros somos los que tenemos que ponerle voz a la palabra, y los ángeles están esperando que alguien le ponga voz a la palabra, para ellos comenzar a actuar, para comenzar a moverse. Lo que pasa es que tú tienes que creerlo.

Los ángeles están esperando que tú abras tu boca y comiences a ponerle voz a la palabra que Dios te ha dicho, que los mandes a buscar a tus hijos, a buscar clientes, contratos, respuesta para tu vida.

El cielo se mueve en favor tuyo, cuando le pones tu voz a la palabra de Dios
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viernes, 23 de marzo de 2012

QUERIDOS JOVENES

El autor de Eclesiastés cuenta cómo se atormentó buscando la felicidad “debajo del sol”, es decir, en el mundo tal como lo ve el hombre, con sus propias capacidades, sin relación con Dios (Eclesiastés 1:3). Hombre rico y poderoso (era rey), exploró “la sabiduría y los desvaríos y la necedad” (2:12). Al enumerarlas sólo puede repetir: “También esto es vanidad y aflicción de espíritu” (2:26).

Piensa en todos los aspectos de la condición humana: el nacimiento y la muerte, el trabajo y el descanso, la alegría y la tristeza, la riqueza y la pobreza, el amor y el odio, la juventud y la vejez… Nada de lo que ve en la tierra le puede dar la paz ni la seguridad; mas se da cuenta de que cada uno tiene que ponerse en regla con Dios y no puede escapar de su mirada: en cada una de las cosas Dios da, Dios hace, Dios juzgará…

Concluye su reflexión sobre la experiencia humana diciendo: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre” (12:13). Pero primero hace el llamado que aparece en el encabezamiento de esta hoja.

Queridos jóvenes: sí, vale la pena volverse a Dios, el Creador de todo, el mismo Dios Salvador. Él quiere evitar dolorosas experiencias y amargas desilusiones a quien acepta escucharle y responder a su tierna invitación: “Dame, hijo mío, tu corazón” (Proverbios 23:26).

jueves, 22 de marzo de 2012

NO VIVA ATADO A SU PASADO

Quienes viven atados a su pasado no pueden disfrutar del presente, y lo más probable, es que terminen presos de la amargura, el resentimiento y la imposibilidad de disfrutar cada instante que Dios les regala...

¡Hoy es el día para dejar atrás su pasado...!

L

os mismos recuerdos. Iban y volvían. Justo cuando emprendía nuevos rumbos y las cosas salían a pedir de boca, y cuando en criterio de sus amigos estaba dando pasos hacia el éxito, lo asaltaban las imágenes de sus errores de ayer y se frenaba, desanimado y con la firme convicción de volver atrás razonando que ‘‘No valían la pena sus esfuerzos’’.

Perdió la cuenta de la infinidad de ocasiones cuando reemprendió proyectos, comenzó a cambiar con su esposa e hijos y reconoció que tenía potencialidades. No obstante, se daba por vencido fácilmente cuando su pasado lo atormentaba y le hacía sentir que era un fracasado.

Sólo pudo dar pasos hacia la victoria, el día que comprendió que el pasado debía quedar en el pasado. Es cierto, había cometido muchos errores, pero formaban parte del ayer que debía quedar sepultado. ‘‘Entendí que el propósito de Dios para mi vida era que la disfrutara plenamente y que, al darle cabida a pensamientos de derrota, estaba echando por la borda todo lo maravilloso que Él tenía para mí. ’’

Es necesario que el pasado, quede en el pasado y nos demos una nueva oportunidad…

¿Le ha pasado algo similar? Probablemente sí. A millares de personas hoy día les ocurre lo mismo alrededor del mundo entero. ¿La razón? Viven atados al pasado.

En una reciente entrevista al autor y conferencista español, Emilio Fiel, respecto a lo que nos ata, compartió una respuesta que refiere lo perjudicial de guardar sentimientos negativos sin que queramos renunciar a ellos: ‘‘Lo que rechazas, aquello en lo que no quieres pensar, se hunde en el inconsciente para resurgir una y otra vez fuera de control en cualquier momento de tu vida. Sin duda, vendrá en el momento más delicado. Sólo nos encadena el odio, el rencor, lo que rechazamos. Y sólo nos libera el amor, la aceptación de los errores para corregirlos, y el asumir que muchas de las cosas que comienzan siendo negativas se convierten en las mejores bendiciones de nuestra vida’’ (Diario El País, Colombia. 04/01/2012. Pg. C2)

Es probable que usted sea una de esas personas. Incluso, vive atormentándose por los pecados que Dios ya le perdonó. Deja que Satanás lo acuse con los errores del pasado.

Piense en el hoy y no se amarre al ayer

El proceso de cambio comienza con la renovación de nuestra forma de pensar. Entender que el ayer quedó sepultado en el ayer y que, delante de nosotros, se abren nuevas oportunidades que Dios nos regala cada día. El apóstol Pablo lo describió de la siguiente manera: ‘‘No quiero decir que ya haya logrado estas cosas ni que ya haya alcanzado la perfección; pero sigo adelante a fin de hacer mía esa perfección para la cual Cristo Jesús primeramente me hizo suyo. No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro sólo en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús. Que todos los que son espiritualmente maduros estén de acuerdo en estas cosas. Si ustedes difieren en algún punto, estoy seguro que Dios se lo hará entender…’’ (Filipenses 3:12-15. Nueva Traducción Viviente)

En el proceso de ser sanados es necesario reconocer que hemos cometido errores y, aceptar que nuestro amoroso Padre nos perdonó y nos corresponde ahora, perdonarnos a nosotros mismos. Es una decisión que nadie más que nosotros podemos y debemos tomar.

Piense siempre que Dios quiere lo mejor para su existencia y que, su actitud de vivir en el pasado, es la que está poniendo obstáculos a ese propósito divino… Usted es un vencedor, un potencial ganador en todas las circunstancias, así que no viva en el pasado…

Si hay una decisión que no puede dilatar, es la de recibir a Jesucristo como Señor y Salvador de su existencia. Puedo asegurarle que jamás se arrepentirá. Dios quiere transformar su vida…

© Fernando Alexis Jiménez

miércoles, 21 de marzo de 2012

SIETE PRINCIPIOS PARA ELEVAR SU AUTOESTIMA

S

e creía un fracasado. Todo negocio que emprendía, terminaba en fracaso. Era el círculo en el que había caído: iniciar una empresa, para cerrarla poco después, con enormes márgenes de pérdida.

En la soledad de su oficina se repetía que jamás podría llegar a ninguna parte. Incluso, su esposa lo abandonó y, para agravar la situación, le puso una demanda que procuraba dejarlo lateralmente en la calle. No sirvo para nada”, se decía una y otra vez.

Su ventura para la derrota cambió a los 37 años, por curioso que parezca. Ese día y por quitarse de encima a un amigo que le insistía en que lo acompañara a la iglesia, fue a un servicio. Jamás lo olvidará. Fue un miércoles en la noche y en ciudad de México, una suave brisa bañaba su rostro cuando se acercaban caminando al templo.

Cuando recibió a Jesucristo en su corazón, descubrió que valía la pena, que su existencia tenía sentido y que, con ayuda de Dios, podría llegar muy lejos.

Hoy Ricardo García Penagos es dueño de un negocio de papelería que tiene varias sucursales en la capital mexicana. Con el poder de Jesús el Señor descubrió que él valía mucho, y desarrolló esas potencialidades de ganador que Dios colocó en su ser desde antes de la creación del mundo. Logró superar su baja autoestima…

Siete recomendaciones

Elevar nuestra autoestima, que sólo lo hace Jesucristo cuando le permitimos que traiga sanidad a nuestro mundo interior, es esencial para que podamos alcanzar crecimiento en las dimensiones personal y espiritual. Compartimos siete recomendaciones que le ayudarán en este proceso:

1. No depende del entorno ni de un logro material o personal para que haya felicidad en su vida.

2. Potencie sus áreas exitosas para salir adelante. Todos tenemos fortalezas y debilidades y son nuestras fortalezas las que debemos alimentar.

3. Trabaje su área espiritual. La oración ayuda a experimentar paz interior.

4. Fíjese metas en la vida. No deje de soñar grandes sueños.

5. Reconozca que en usted hay cualidades que quizá otros no tienen.

6. Jamás olvide que cuanto hace, ejerce influencia en quienes le rodean. En poco o mayor medida, usted ejerce liderazgo.

7. Desarrolle una buena relación con Dios.

Por encima de cualquier cosa, jamás olvide que nuestro amoroso Padre celestial nos concibió como potenciales ganadores. Él es quien nos lleva a la victoria, siempre, y nos permite experimentar crecimiento personal y espiritual.

Dios, fortaleza para elevar nuestra autoestima

El proceso de sanidad interior comienza cuando reconocemos que tenemos problemas emocionales y heridas que sólo Jesucristo puede sanar. Y vamos a Él en oración.

Se afianza, además, cuando asumimos pautas de vida sencillas como las que recomendó el apóstol Pablo a los creyentes de Tesalónica y que cobran particular vigencia en nuestro tiempo: Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por yelmo la esperanza de la salvación. Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con El. Por tanto, alentaos los unos a los otros, y edificaos el uno al otro, tal como lo estáis haciendo. Mirad que ninguno devuelva a otro mal por mal, sino procurad siempre lo bueno los unos para con los otros, y para con todos. Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús...” (1 Tesalonicenses 5:8-11; 15-17)

Tenga presente que una buena relación con Dios está asociada con armonía interior, y por consiguiente, crecimiento personal y espiritual. Allí está el secreto para elevar nuestra autoestima. Y cuando lo logramos, con ayuda del Señor Jesucristo, mejora nuestra perspectiva de la vida, porque cambiamos la forma de pensar y de actuar.

Una recomendación final: Que no pase este día sin que haya tomado la mejor decisión de su vida: Recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. Puedo asegurarle que su vida será transformada.

© Fernando Alexis Jiménez

martes, 20 de marzo de 2012

DIOS QUIERE DECIRTE QUE EL ESTA CONTIGO

¿Hay algo que te está preocupando? ¿Alguna situación que no puedes controlar?

Mira lo que dice Pablo: "No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo." Filipenses 4:6,7 (Traducción Lenguaje Actual)

"¡Demos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Él es un Padre bueno y amoroso, y siempre nos ayuda. Cuando tenemos dificultades, o cuando sufrimos, Dios nos ayuda para que podamos ayudar a los que sufren o tienen problemas." 2 Corintios 1:3,4 (TLA)

Estimado amigo, recuerda que el Espíritu Santo de Dios vive en ti: "Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana." 2 Timoteo 1:7 (TLA)

Te animo a que el día de hoy le pidas fortaleza al Señor para que puedas decir como lo hizo Isaías: "Por cuanto el Señor omnipotente me ayuda, no seré humillado. Por eso endurecí mi rostro como el pedernal, y sé que no seré avergonzado." Isaías 50:7 (NVI)

"Mi amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso siempre confío en él!" Salmos 55:22 (TLA)

"Cuando Dios se enoja, el enojo pronto se le pasa; pero cuando ama, su amor dura toda la vida. Tal vez lloremos por la noche, pero en la mañana estaremos felices." Salmos 30:5 (TLA)

"Así que, estimado amigo, no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa." Isaías 41:10 (NVI)

Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: "Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!" Salmos 27:14 (TLA)

lunes, 19 de marzo de 2012

HALLAR LA FUERZA DESCANSANDO EN EL SEÑOR

La paz de Dios gobierne en vuestros corazones… y sed agradecidos.
Colosenses 3:15.

En quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
Isaías 30:15.

¿Quién no se queja de tener una vida demasiado ajetreada? Con los modernos medios de comunicación y su avalancha de informaciones hay como una especie de estrés generalizado. Y en cuanto a nosotros, creyentes, esa “ansiosa inquietud” (Lucas 12:29) también corre el riesgo de alcanzar nuestra vida espiritual. Nuestra búsqueda del Señor, del verdadero bien y de ayudar al prójimo puede volverse ansiosa en vez de estar marcada por la confianza y la tranquilidad.

Nuestro trabajo para el Señor es más fecundo y fácil cuando hemos aprendido a mantener la paz del Señor en todas las situaciones. Entonces nos volvemos dóciles a la acción del Espíritu Santo, y Dios puede actuar en nosotros más eficazmente que si estamos en tensión.

Dios preparó de antemano buenas obras para nosotros (Efesios 2:10). ¡Dejémonos llenar de la paz del Señor para permitir que obre en nosotros! Así nuestra atenta colaboración será eficaz, pues pondremos todas nuestras capacidades a disposición de Aquel a quien amamos, sin pretender resolver todo por nosotros mismos. ¡Bienaventurado el que permanece tranquilo bajo la mirada de Dios, contando con Su sabiduría y Su poder! (Hebreos 13:20- 21).

Imponerse muchas actividades, por buenas que sean, a menudo revela una falta de paz. Descubramos qué actitudes del corazón y qué condiciones espirituales permiten a Dios actuar en nosotros. Sólo entonces podremos llevar frutos perdurables (Juan 15:16).

miércoles, 7 de marzo de 2012

ESTA ES LA VIDA ETERNA...

Muy importante es conocer a Dios. Es un tema muy importante, ya que Jesús, orando al Padre, dijo: "Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.


La vida Cristiana no es un conjunto de reglas que hay que cumplir ni tampoco una serie de actividades en las que hay que participar. Ser cristiano involucra una experiencia personal con Dios que nos transforma, es una serie de encuentros significativos en Su presencia.


¿Cómo puedes experimentar la presencia de Dios? Hace muchos años escuché a Marco Barrientos compartir estos 3 sencillos pasos que pueden ayudarte:


1. Cercanía: Preséntate a Dios - "Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré." Salmos 5:3 (RVR60)


2. Vulnerabilidad: Ábrete ante Dios. "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo." Apocalipsis 3.20 (RVR60) Dios espera que te presentes delante de Él tal cual eres, sin máscaras ni fingimientos, pues Él se fija en el corazón, no en el exterior.


3. Comunicación: Clama a Dios. "Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces." Jeremías 33.3 (RVR60) Para experimentar a Dios es necesario que rompas el silencio y te involucres en una conversación con tu Creador. El salmista nos recuerda lo que sucede cuando decidimos callar: " Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día." O como lo dice la Traducción Lenguaje Actual: "Mientras no te confesé mi pecado, las fuerzas se me fueron acabando de tanto llorar." Salmos 32.3 El silencio deprime y angustia.


Estimado amigo, recuerda que Dios está esperando tener un encuentro personal y verdadero contigo. Que no pase el día de hoy sin que tengas al menos unos minutos de intimidad con Él.


Mientras más te acercas a la presencia de Dios, más le conocerás y te atreverás a abrir tu corazón para recibir Su amor y la gracia que necesitas para cada día.


Como dijo el autor de la carta a los Hebreos: "Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama." Hebreos 4.16 (TLA)


No hay mejor lugar para expresar nuestra necesidad y debilidad que delante de Dios. Ahí podemos recibir gracia para nuestra condición, como así también la misericordia y la aceptación de nuestro Padre amoroso.


Porque Él nos dio una nueva oportunidad, como lo dijo por medio de David en el pasaje de la Biblia:


«Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tan tercos.» Hebreos 4.7 (TLA)


"Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón." Jeremías 29.13 (DHH)


martes, 6 de marzo de 2012

¿TENEMOS SED?

Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti.

Salmo 63:1



Derramaré aguas sobre el sequedal.

Isaías 44:3

“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (Juan 7:37). Estas palabras fueron pronunciadas por Jesús ante una gran multitud durante una fiesta religiosa en Jerusalén. El Salvador del mundo llevaba entonces, como lo hace aún hoy, la buena nueva de salvación.
Quizás usted sienta una sed que hasta ahora nada ha podido saciar… sed de paz, de amor, de seguridad. A usted precisamente se dirige este llamado de Jesús.
Una mujer, insatisfecha con su vida, dijo un día a Jesús: “Dame esa agua, para que no tenga yo sed” (Juan 4:15). Quería recibir el “don de Dios” ofrecido por aquel que acababa de decirle: “El que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás”. Entonces, no pudiendo esconder nada a Jesús, quien conocía su vida, tuvo que reconocer la verdadera razón de su sed espiritual: ¡había pecado! Después de este encuentro, que transformó su vida, fue a decir a los habitantes de su ciudad: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho” (4:29).
Sí, acudir a Jesús para reconocer y confesar sus pecados es ir a la fuente del agua de la vida. Ir a él es creer en su sacrificio que borra los pecados y purifica la conciencia del creyente. A todos los que depositan su confianza en él, Jesucristo les da alegría y paz desde ahora.
Leamos la Palabra de Dios, la Biblia, y así seremos alimentados, refrescados. “Mi alma tiene sed de ti… será saciada mi alma… Está mi alma apegada a ti” (Salmos 63:1, 5, 8).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

lunes, 5 de marzo de 2012

DECRETOS APOSTOLICOS PARA EL MES DE MARZO DEL 2012

1. Decretamos, en el Nombre de Jesús, confusión en las huestes de maldad que han sido enviadas a nuestras naciones para provocar muerte y destrucción, que el agravio que han traído se vuelva en contra de ellas.

2. Decretamos que en este mes las puertas de los hospitales no se abrirán para recibir mas personas con enfermedades de cáncer, porque el espíritu de muerte, ha sido paralizado, se anulan dichos diagnósticos, la sangre de Cristo barre con toda célula cancerosa.

3. Decretamos que la Palabra de Dios se establece en las leyes de nuestras naciones, atamos toda resistencia a la verdad de Dios, cancelamos toda legalidad de la maldad que trae tinieblas sobre la tierra en el Nombre de Jesús.

4. Decretamos que se rompe toda venda mágica sobre el liderazgo político de nuestros países, se rompen las alianzas que hay entre los gobernantes y los brujos, los pactos de sangre que marcaron la cultura, el sincretismo religioso que imita falsamente la verdadera espiritualidad y la adoración a Dios.

5. Decretamos, en el Nombre de Jesús, la triple bendición para los hijos del reino en este mes, transferencias de finanzas a las manos del pueblo de Dios que está en pacto con él, cancelación de deudas en forma sobrenatural y siembras extravagantes para la extensión del reino de Dios.

6. Decretamos un tiempo de salida de la opresión, de la angustia, de la persecución, de la tribulación, de la desesperanza, desatamos, en el Nombre de Jesús, el reposo de Dios sobre tu vida.

7. Decretamos, en el Nombre de Jesús, la nueva estación de estanques, abre tus pozos porque sacarás abundante agua.

FORTALEZA EN MOMENTOS DE CRISIS

L

as rejas de su prisión dejaron de parecerle sucias y oxidadas varillas de hierro para convertirse en una pesadilla, cuando el primer mes de condena se sumó a un segundo y tercero y muchos más hasta completar años que las autoridades cubanas anunciaron, se prolongarían por toda su vida.

“No nací para vivir encerrado” se repetía una y otra vez mientras la noche ahogaba sus gritos, en la soledad, pidiendo que se hiciera justicia. La acusación de deslealtad al régimen político de su nación lo tenía en prisión. Lo hizo alguien próximo. Fue una persona a la que por años consideró amigo en las interminables jornadas de corte de caña.

Su caso lo revisaron cuatro veces. En todos reafirmaron la condena. Y Juan González creyó perdidas esperanzas. El calabozo que por años le pareció un martirio, adquirió un nuevo significado. Iba a ser su habitación hasta que llegara el momento final, pensó. A lo que jamás se resignó fue a reclamar su inocencia. Una última revisión, bajo presiones de todas partes, llevó a reconsiderar la decisión. Hoy Juan vive en Miami. Atiende un negocio de mercaderías. Es libre y feliz.

“Definitivamente hay un Dios. Fue El y nadie más que El quien pudo ayudarme” le confesó al periodista que lo entrevistó en la radio.

Hay esperanza

Las crisis no deben llevarnos a pesar que todo está perdido. Con ayuda de Dios, cualquiera que sea la dificultad que enfrenta, tiene una solución. Para nuestro Supremo Hacedor es posible cambiar circunstancias que hoy están en contra. No hay fronteras. La fe todo lo puede.

Consciente de esta esperanza en que todo a nuestro alrededor puede cambiar, el salmista escribió: El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia Y derecho a todos los que padecen violencia.”(Salmos 103:4-6).

Dos recomendaciones finales: primera, no pierda la confianza en que su situación actual puede ser diferente si deposita su confianza en el Señor Jesús, y segunda, aprenda a esperar en Dios sin permitir que lo embargue la desesperación. En el tiempo oportuno... ¡Todo a su alrededor será diferente...!

Que no pase este día sin que haya recibido a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. No deje pasar esta oportunidad….

© Fernando Alexis Jiménez

viernes, 2 de marzo de 2012

MIDA EL ALCANCE DE SUS PALABRAS

S

e despertó aquella mañana con la inquietud e incertidumbre por lo que ocurriría en el curso del día. Tenía una entrevista de trabajo. Por fin estaba a las puertas de sobreponerse a la crisis que atraviesa todo desempleado. Miró el reloj por segunda vez y se decidió a enfrentar la mañana.

Su madre fue la primera persona a quien le hizo el comentario cuando le servía el desayuno:--Es probable que no quede entre los opcionados—se tomó un poco más de café y continuó--: Es probable que elijan a otros. Hay gente más preparada que yo--.

--Anoche, cuando oramos en el templo, no teníamos esa misma actitud—interrumpió su madre.

--Sí, pero eso fue anoche. Después de tanto pensarlo, creo que pierdo tiempo en ir. Pero iré--, murmuró.

Su hermanita menor iba de salida para el colegio:--Deseo que te vaya bien en la entrevista—le dijo.

--No creo, es muy complicado porque muchos llevaron sus hojas de vida. Pero agradezco tus buenas intenciones—respondió mientras continuaba con afán su desayuno.

En la entrada del edificio un guarda de seguridad. “¿Mucha gente ha venido por lo del empleo?”—preguntó. “Mucha” la seca respuesta del hombre.

--Lo sabía. Difícilmente me darán el empleo—comentó mientras iba en busca del ascensor.

Como es natural... no le dieron la plaza...

Lo que decimos trae consecuencias

Con demasiada frecuencia nos vemos envueltos en dificultades por no medir el alcance de nuestras palabras. En medio del problema desearíamos tener en nuestras manos la posibilidad de regresar el tiempo para corregir el error, sin embargo, está fuera de nuestro alcance.

Lo que decimos, queda dicho. Al referirse a la responsabilidad que debemos asumir con nuestras palabras, la Biblia dice: “La vida y la muerte dependen de la lengua; los que hablan mucho sufrirán las consecuencias” (Proverbios 18:21. Versión Popular “Dios habla hoy”).

Una invitación es para que hoy mida el alcance de sus palabras. En adelante, como seguidor de Jesucristo, va a ser muy cuidadoso al hablar. Bien para no ofender, para no programarse mentalmente hacia el fracaso o para asumir una actitud de fe y optimismo.

© Fernando Alexis Jiménez