domingo, 29 de abril de 2012

¿COMO LEER LA BIBLIA?


Felipe le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees? Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?
Hechos 8:30-31
Para todos es primordial leer la Biblia.  Pero, ¿cómo sacar provecho de su lectura? Si usted no conoce la Biblia, que es la misma Palabra de Dios, y desea empezar a leerla, es normal que no comprenda todo en la primera lectura.  Es aconsejable empezar con el Nuevo Testamento, la segunda parte de ella.  Pídale a Dios que le ilumine por medio de su Espíritu.  Pase rápidamente los capítulos que le parezcan difíciles; volverá a leerlos más tarde y los comprenderá a la luz de lo que hasta ahí haya entendido.  Profundice en los pasajes sencillos que no necesitan explicación.
Evite rechazar lo que no le parezca lógico o conforme a lo que se le haya enseñado.  No ceda a la tentación de inventarse una explicación.  Desconfíe de las deducciones apresuradas que ciertas personas o sectas le proponen, pretendiendo que son las únicas admisibles.  Los que elaboran tales doctrinas aíslan aquí y allá algunos pasajes bíblicos y los organizan según sus ideas.  La Biblia forma una unidad; las partes que la componen se complementan entre sí.
No busque en la Biblia una confirmación de lo que siempre ha pensado, sino busque en ella la Verdad.  Si es honesto en su búsqueda y desea sinceramente descubrir lo que Dios quiere decirle, no quedará decepcionado.  Desde Génesis hasta Apocalipsis, el gran tema de la Biblia es Jesucristo, el Hijo de Dios, Aquel a quien Dios anunció de antemano y a quien presenta como Salvador a todo ser humano.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

miércoles, 25 de abril de 2012

COMO NIÑOS



Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
Mateo 11:25; 18:2-3
Esta oración de Jesús (Mateo 11:25-26) es una alabanza dirigida a su Padre.  El motivo de dicha alabanza podría sorprendernos, pues da las gracias porque muchas cosas que están escondidas para los sabios y entendidos, son reveladas a los niños.
Quizá nos parece que hombres maduros entenderían mejor la Palabra de Dios que los niños.  Eso es cierto en lo concerniente al conocimiento del hombre o de la naturaleza.  Pero Dios se halla tan por encima de nosotros que no podemos acercarnos a él a través de nuestros medios humanos limitados.
La única manera de conocer a Dios es por la fe.  Esa fe es semejante a la confianza serena de un niño respecto a sus padres, la cual sencillamente consiste en creer en alguien que sabe lo que hace y que no se equivoca.
Incluso si eso es difícil debido a nuestro orgullo, debemos abandonar nuestros razonamientos y aceptar simplemente lo que nos declara: somos pecadores, necesitamos un Salvador y por amor a nosotros el Hijo de Dios aceptó ser ese Salvador perfecto mediante el sacrificio de su vida en la cruz del Gólgota.
El niño que cree en sus padres aprende y comprende rápido; y los que creen en Dios también.  Entonces pueden asociarse a la alabanza de Jesús y bendecir a Dios por esta magnífica revelación de su amor.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

lunes, 23 de abril de 2012

CUANDO DIOS QUIERE


Una señora muy pobre telefoneó para un programa cristiano de radio pidiendo ayuda. 
Un brujo del mal que oía el programa consiguió su dirección, llamó a sus secretarios y ordenó que compraran alimentos  y los llevaran hacia la mujer, 
con la siguiente instrucción: Cuando ella pregunte quién mandó estos alimentos, 
respondan que fue el DIABLO.

Cuando llegaron a la casa, la mujer los recibió con alegría y fue inmediatamente guardando los alimentos que le llevaron los secretarios del brujo. 

Al ver que ella no preguntaba nada, ellos le preguntaron: ¿La señora no quiere saber quién le envió estas cosas? 

La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió: - No, mi hijo... No es preciso. 
Cuando Dios manda, hasta el diablo obedece.

NO TE PREOCUPES DE QUÉ MANERA VENDRÁ SU VICTORIA, PERO CUANDO DIOS DETERMINA, ELLA VIENE. 

Ten paciencia... y te sorprenderás.  DIOS te bendiga, y que tengas un buen día. 

Dios ha visto tus luchas.  Dios dice que ellas están llegando al fin.  Una bendición está viniendo en tu dirección.


domingo, 22 de abril de 2012

EXTRANJERO


Conforme a la fe murieron todos éstos… confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Hebreos 11:13


Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.
Filipenses 3:20
Abraham, llamado por Dios a salir de su país para ir a Canaán, expresó claramente a los que lo rodeaban que él no era de ellos: “Extranjero y forastero soy entre vosotros” (Génesis 23:4).
Al igual que Abraham, hoy los creyentes son extranjeros en un mundo que crucificó a su Señor.  Su verdadera patria está en el cielo donde, por su obra en la cruz, Jesús les ha asegurado un lugar.
¿Cómo se comporta un extranjero que ama su patria? No pasa desapercibido, pues su conducta, su mentalidad y sus costumbres lo delatan.  Habla de su país, desea que los demás conozcan sus atractivos, defiende sus intereses, desea volver regularmente.
Amigos creyentes, podemos trasladar todo esto al plano espiritual.  Hablando de los suyos al Padre, Jesús dijo: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Juan 17:14).  ¿Manifestamos esto en nuestra forma de vivir? O, por el contrario, ¿a veces tratamos de actuar como los demás, quizá por miedo a ser rechazados? ¿Somos esos fieles embajadores de Cristo, siempre listos para hablar de nuestro Salvador y suplicar a los que nos rodean que se reconcilien con Dios? (2 Corintios 5:20).  En otras palabras, ¿esperamos fervientemente el día en que el Señor venga a buscarnos y nos lleve a nuestra patria celestial, la casa del Padre?

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

viernes, 20 de abril de 2012

ORAR


No tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Santiago 4:2-3
«Sólo nos queda orar», decía una persona que estaba pasando por una situación difícil.  Había buscado ayuda en todas partes y nadie había podido liberarla.  Por lo tanto, como último recurso, iba a dirigirse a Dios.  Esta actitud ¿no es a menudo la nuestra? Reunimos nuestras propias fuerzas para salir por nosotros mismos de la dificultad, y cuando nos damos cuenta de que eso no es suficiente, pedimos ayuda a un amigo.  Tal vez éste sea rico, inteligente, con una buena posición social, y pueda encomendarnos a alguien importante.  Y equivocadamente sólo nos dirigimos a Dios cuando todos los recursos humanos han fracasado.
Es cierto que no debemos orar a Dios como si hiciésemos una petición a los hombres, diciendo: « ¿Me puedes ayudar a obtener esto o aquello?».  A Dios hay que decirle: «Señor, esta es mi situación, tú sabes qué necesito.  Dame lo que es bueno.  Somete mi corazón a tu voluntad».  No debemos forzar el brazo de Dios.  ¡Qué ejemplo de sumisión fue la ferviente oración de Jesús en Getsemaní, hecha con “ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas” (Hebreos 5:7)! Jesús dijo: “Padre… aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú” (Marcos 14:36).  La voluntad de su Padre ocupaba el primer lugar, y su petición el segundo.  La copa no podía ser alejada, pues Jesús tenía que pasar por los terribles dolores de la expiación (el juicio que merecían nuestros pecados).  Pero su oración fue contestada, pues si bien pasó por la muerte, salió victorioso por la resurrección.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

jueves, 19 de abril de 2012

EL AMOR DE DIOS POR TI


El amor que Dios ha mostrado hacia tu persona es infinitamente inmenso e incomprensible, porque "aunque nosotros todavía éramos pecadores, Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros." Romanos 5:8 (TLA)

Recuerda lo que dijo Jesús: "Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16 (TLA)

"El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio." 1 Juan 4:10 (TLA)

Por eso el apóstol Pablo escribió: "Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los espíritus, ni lo presente, ni lo futuro, ni los poderes del cielo, ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios.  ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo! Romanos 8:38-39 (TLA)

En respuesta a tan grande amor, Jesús nos pide que amemos a Dios con todo nuestro ser"Ámalo con todo tu corazón; es decir, con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales".  Y el segundo mandamiento en importancia es: "Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo".  Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos.  Debemos amar a Dios con todo nuestro ser, y amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos.  Estos mandamientos son más importantes que cumplir todos los ritos y deberes religiosos." Marcos 12:30-33 (TLA)

El apóstol Juan escribió lo siguiente: "Hijos míos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos los unos a los otros.  Nadie ha visto nunca a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también su amor estará en nosotros." 1 Juan 4:10-12 (TLA)

"Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios.  Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.  El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor." 1 Juan 4:7-8 (TLA)

Como dice una canción muy popular: "el amor de Dios es maravilloso".  Lo disfrutamos día a día al leer Su Palabra, al tener intimidad con Él y al conocerlo más.  Pero hay algo que muchas veces olvidamos, estimado amigo: compartir el amor que nos fue regalado.

Termino con las palabras de Jesús: "Y esto es lo que les mando: que se amen unos a otros, así como yo los amo a ustedes.  Nadie muestra más amor que quien da la vida por sus amigos.  Ustedes son mis amigos, si hacen lo que les mando. Esto les ordeno: Que se amen unos a otros." Juan 15:12-14; 17 (TLA)

lunes, 16 de abril de 2012

UN LIBRO QUE CONSUELA

Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.

Salmos 119:162



¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente?

Miqueas 2:7

«Una simple línea en la Biblia me consoló más que todos los libros que he leído. La Biblia puesta al alcance de todos es el mayor beneficio que haya podido conocer la humanidad». Emmanuel Kant (1724-1804).
Según su propia afirmación, el brillante filósofo se había dado cuenta de que la Biblia responde, de forma única, a nuestra necesidad de ser consolados. ¿Por qué la Biblia tiene este poder para consolar? Porque ella nos pone en contacto con Dios. Por eso leer superficial o fríamente la Biblia, como si fuese una revista o una obra científica, no permite captar su mensaje. ¿Qué pensaríamos de un joven que leyese una carta de su novia como si fuese un artículo científico? Hay que leer la Biblia tal y como ella se presenta, es decir, como la Palabra de Dios. Es la única manera honesta de leerla y el método para comprender su mensaje siempre tan actual.
Cuando la leemos somos llevados a la presencia de Dios, de sus pensamientos y de su voluntad. Por ello tenemos que leerla con fe, respeto, humildad, confianza, y con el deseo de aplicarla a nuestra vida.
La Biblia presenta a Jesucristo como Aquel que nos ama y que lo demostró muriendo en la cruz para borrar todo lo que nos alejaba de Dios. Nos invita a reconocer a Jesús como el único que nos salva de nuestros pecados, el único que realmente puede comprendernos y acompañarnos todos los días de nuestra vida hasta la eternidad.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

domingo, 15 de abril de 2012

VEO A DIOS

¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.

Salmos 104:24

Por lo general, el cuadro de un gran maestro nos asombra y fácilmente alabamos el talento del artista. A nadie se le ocurre que la obra se haya hecho por sí sola. Ahora bien, al contemplar un bello paisaje, ¿puede alguien pensar que Dios no existe?
En todas las capas de la sociedad, hay los que creen en Dios y los que son incrédulos, entre los más simples como entre los más sabios. Citemos, por ejemplo, al entomólogo Henri Fabre: « ¡No puedo decir que Dios no existe, porque lo veo!».
Para aquel que cree, la naturaleza revela la inteligencia infinita de su autor. La organización de la creación y la complejidad de los organismos vivos dan testimonio de su poder infinito. La tierra, pequeño planeta perdido en una galaxia rodeada de multitud de galaxias, da testimonio de un Dios infinitamente grande que se interesa en unos hombres tan pequeños.
Pero Dios no se revela sólo por medio de la naturaleza, sino que vino a nosotros. El Hijo de Dios se hizo hombre ocupando humildemente el último lugar. Si la creación da testimonio de la grandeza y del poder infinitos de Dios, Jesús, quien vino a la tierra como uno de nosotros, revela el infinito amor divino.
No procure convencerse de que Dios no existe, más bien trate de encontrarlo. Cuéntele sus dudas, sus preguntas, y pídale que se le revele. Él lo hará, no por medio de una experiencia mística, sino en la apacible convicción de su presencia.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

sábado, 14 de abril de 2012

TRANSFERENCIA DE ESPIRITUS

Lo que fluye del interior de una persona determina la atmosfera espiritual que opera en el ambiente

Ritchie Pugliese

En 1 Corintios 2:10-12 leemos lo siguiente

“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo.”

Aquí la palabra de Dios nos enseña que por un lado está el Espíritu Santo de Dios, por otro el espíritu del mundo (maligno), y por el otro el espíritu del hombre (ser humano).

La transferencia de espíritus se refiere acerca de la influencia de otras personas hacia nosotros y de nosotros hacia otras personas.

Existen dos clases de influencia: 1) La buena o sana influencia y 2) La mala influencia. Todo ser humano, que en definitiva es un espíritu vivo en Cristo o muerto sin Él, es un ser influyente.

Este ha sido un tema que por años ha permanecido sin salir a la luz, originando que la Iglesia de Cristo haya padecido en gran manera debido a la ignorancia del tema. No hace falta entrar en detalles y ver a nuestro alrededor o recibir información de congregaciones destruidas, ministerios y vidas donde reinan las divisiones, fragmentaciones, desorden. Toda esta confusión nos ha llevado a preguntarnos ¿Cómo pudo pasar esto?

La Palabra de Dios enseña que un creyente que tiene al Espíritu Santo reinando en su vida imparte de ese buen espíritu a otros; que alguien bajo el control o aun la posesión de espíritus malignos imparte todo lo malo que tiene a otra persona, y que también una persona pueda impartir de su propio espíritu a otros. ¿Conoce el dicho que dice: - Dime con quién andas y te diré quién eres? -

Las cosas de Dios no se pueden comprender con los cinco sentidos naturales, sino que se requiere fe para poder creerlas y asimilarlas. Para poder comprender mejor lo que estamos viendo, y entender todo lo que abarca la transferencia de espíritus, veremos por un lado lo que la Biblia dice sobre la buena o sana influencia y luego veremos lo que dice sobre una mala influencia. ¿Está preparado?


1) La buena o sana influencia
Números 11:16-17 dice:
“Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperan allí contigo. Y yo descenderé y hablare allí contigo, y tomare del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán la carga del pueblo, y no la llevarás tu solo.”

Aquí el concepto es bien claro: Todos los que trabajarían con Moisés debían tener su mismo espíritu. Eso garantizaría un espíritu de paz, armonía, respeto y bendición. Cuando esto no sucede se origina todo lo que ya conocemos: confusión, desorden, rebeldía, división, separación, pecado.

Esta transferencia de un buen espíritu pareciera cosa no fácil en los días que vivimos. No en todas las iglesias actuales existe el buen espíritu que caracterizaba al “Pastor” Moisés, y a sus compañeros de ministerio. El buen espíritu de Moisés iba a ser transmitido a los setenta para que ellos fueran personas sumisas, aceptaran la autoridad, trabajaran para el beneficio de la Iglesia de Dios, no formaran grupos separatistas y apoyaran siempre a Moisés en el cumplimiento de la visión que Dios le había encomendado.

Esto hoy lo necesitamos más que nunca para tener un buen espíritu que apoye la visión de la iglesia local, tome la carga espiritual, haya determinación de ser bendición. Cuando eso sucede hay crecimiento, fortaleza, felicidad, logros.

Hoy se habla mucho de democracia bíblica y liderazgo compartido, pero bíblicamente hablando no puede haber dos o más cabezas, sino una. La principal cabeza siempre es el Señor en el cielo, por cierto, pero también debe haber una definida en la tierra. Para Dios esto es teocracia, gobierno de Dios. Por cierto dependerá de la santidad e integridad de la autoridad delegada el glorificar o no al Señor, pero ese es otro tema del cual no vamos a hablar hoy.

En la Biblia hay varios ejemplos de sana influencia o transferencia de un buen espíritu. No sólo fue Moisés para los sesenta, también fue Moisés para con Josué. Lo vemos también en Jesucristo con sus discípulos. Más tarde en la iglesia primitiva con Pablo y Timoteo. También Dios quiere que este buen espíritu opere aun en el hogar con el padre hacia el hijo y la madre hacia su hija.

La transferencia de un buen espíritu opera cuando alguien lleno del Espíritu Santo de Dios, influencia con su vida, palabra y acciones a otros y produce en ellos el carácter de Cristo, el fruto del Espíritu Santo. Siempre la buena transferencia de espíritu exalta a Cristo y manifiesta Su carácter. Muchas veces compartimos con personas que se llaman a sí mismas cristianas, pero lo que nos queda de ellos es más el espíritu de su personalidad carismática, el espíritu mundo que lo controla que lo que dicen tener de Cristo.

2) La mala influencia
En Números 13:25-33 encontramos la historia de los doce espías enviados a examinar la tierra prometida. Ellos fueron sólo enviados a traer un informe de lo que vieron, pero el relato nos dice que ellos comenzaron a transmitir lo que ellos pensaban.

Leyendo de los vv. 26-29 ellos traen un mal reporte, negativo y lleno de incredulidad. Ellos estaban llenos de un espíritu de temor e incredulidad. ¿Cómo transmitieron ese espíritu al pueblo? A través de sus palabras. El efecto fue tan nocivo que el pueblo comenzó a llorar y a desesperarse. El espíritu de los diez de pego en los miles del pueblo.

Caleb, conocedor del tema, en el v.30 los hace callar e imparte su buen espíritu de fe y confianza en el Señor. Reconoce la realidad difícil pero resalta al Dios de lo imposible. El, junto con Josué, tenían un buen espíritu. Ya todos sabemos cómo terminó la historia: El pueblo contagiado del mal espíritu se siguió quejando, lamentando y confesando una y otra vez derrota y dolor. Todo eso originó un clima en el pueblo de duda, rebeldía, temor que no tardó en manifestarse. En Números 14:10 vemos que la gente se levantó con violencia contra Moisés y Aarón, pero Dios se interpuso y los defendió con Su gloria. Siempre Dios defiende a los que tienen un buen espíritu.

Dios mismo vio lo sucedido entre el pueblo y en Números 14:24-25 dijo: “pero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en el otro espíritu…” Josué y Caleb fueron los que entraron en la tierra prometida, el resto murió en el desierto (Num. 14:32-38).

Aquí aprendemos que la transferencia o influencia de espíritus viene principalmente a través de las palabras que salen del corazón. Muchas veces nos rodeamos de gente negativa, perdedora, rencorosa, maldiciente que con sus palabras pueden contaminar el ambiente y principalmente nuestras vidas.

Asimismo nosotros también podemos ser personas de mala influencia cuando criticamos, chismeamos, calumniamos a otros. Esas palabras quedan pegadas en el espíritu del que prestó oídos. La clave siempre es hacer callar a la persona que hable de esa manera, prestar oídos o directamente ¡salir corriendo! Su efecto destructor puede dañar años de crecimiento espiritual.

Pasos prácticos para evitar ser influenciados por un mal espíritu:

1. Uno puede evitar recibir la mala influencia. En Éxodo 35:2 dice que “el espíritu les dio voluntad”; Proverbios 16:32 dice que “el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.”; Proverbios 16:1 “la preparación del corazón (espíritu) en el hombre y la respuesta de la lengua viene del Señor”.

2. Podemos romper la influencia mala diciendo: - No me voy a contaminar de un mal espíritu. Decido no prestar atención a lo que están diciendo e impido que me afecten espiritualmente – Decida no ser un recipiente de basura sino un canal de bendición.

3. Evite las malas compañías. Quizás tengamos que cambiar de amigos, “hermanos” en la fe, que transmiten un mal espíritu. Oremos para que Dios nos dirija hacia nuevas personas que tengan un buen espíritu que glorifique a Cristo.

4. Ayudemos (si es posible) a los que transmiten un mal espíritu, a cambiar. Existen muchos creyentes que no se dan cuenta de eso y debemos ayudarlos. Podemos ser influencia positiva para ellos, hablándoles para que se den cuenta de su mal, se arrepientan, y se transformen en personas de sana influencia.

Diversas clases de espíritus que se pueden transmitir a otros:

A. Malos (que no edifican la vida cristiana y contristan la presencia del Espíritu Santo)
1 .Endurecido (Deut. 2:30)
2. Rebelde (Sal. 106:33)
3. Impaciente (Prov. 14:29)
4. Altivo (Prov. 16:18)
5. Abatido (Prov. 18:14)
6. Afligido (Ecl. 1:14)
7. Desalentado (Isa. 61:3)
8. Confundido/preocupado (Gen. 41:8)
9. Atribulado (1 Sam. 1:15)
10. Celoso (Num. 5:14 (12-31)

B. Buenos (que edifican la vida espiritual y encienden la llama del Espíritu Santo)
1. Ferviente, victorioso (Ro. 12:11)
2. Buscador de Dios (Is. 26:9)
3. Fiel/estable (Sal. 78:8)
4. Fiel/fidelidad/integridad (Prov. 11:13)
5. Despierto (2 Cr. 36:22)
6. Contrito (sensible al Espíritu Santo) (Sal. 34:18)
7. Quebrantado (Sal. 51:17)
8. Humillado (Prov. 16:19)
9. Sufrido (Ecl. 7:8)

Todos aquellos que estamos en autoridad espiritual en los distintos lugares de ministerio, debemos siempre estar alertas, a fin de cuidar el ambiente espiritual y procurar siempre que predomine una atmósfera de bendición espiritual.

miércoles, 11 de abril de 2012

EL "911" DE DIOS

Las bendiciones prometidas del Señor en el Salmo 91

Ritchie Pugliese

Los atentados contra las torres gemelas en New York sucedidos en aquel fatídico once de setiembre del 2001, llenó al mundo de estupor y terror. Todos, a partir de ese horrible suceso, hablan de lo que sucedió el "9 del 11"(es decir, en setiembre (el mes nueve) once).

En algunos países cuando se origina una emergencia, cualquier persona puede llamar al 911 para solicitar pronta ayuda.

Sin duda alguna, que el atentado haya sucedido el 9 del 11, fue entre otras cosas una burla del diablo para mofarse de la seguridad que se le ofrece al ciudadano en peligro que llama al "911".

Le he compartido todo esto pues creo que Dios tiene su propio
" 911" para poder utilizarlo en todo tiempo y especialmente en los tiempos de temor e inseguridad.

¿Sabe de qué estoy hablando? Me estoy refiriendo al poderoso
Salmo 91, el cual contiene poderosas promesas de cuidado y protección de Dios, y todas sus promesas están condicionadas al versículo 1. Cuando leemos el capítulo entero nos damos cuenta que la clave para recibir todas las bendiciones prometidas allí, son la consecuencia de estar bien posicionados espiritualmente.

Es por eso que creo firmemente que
Dios tiene su "911" que trasciende lo natural y es algo sobrenatural disponible para todo creyente en Cristo.

Leamos entonces el Salmo 91:
"1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. 5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. 7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. 8 Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. 9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, 10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. 11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti Que te guarden en todos tus caminos. 12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación."


En este Salmo encontramos reveladas las siguientes bendiciones:

1. El v. 1 es una declaración o principio espiritual: 1 "El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente."
Este pasaje también puede ser leído como el que habita en el lugar secreto del Altísimo, dando a entender la idea de desarrollar una relación íntima espiritual con Dios cada día a través de la oración, la meditación y lectura de la Palabra y la comunión con el Espíritu Santo. Como dijimos anteriormente, este es el pasaje fundamental, pues no es posible recibir las bendiciones que siguen sin primero creer y vivir bajo al glorioso amparo del Señor.

2. El v. 2 es la confesión de fe que el creyente hace luego de ser impactado en su espíritu por la declaración poderosa del v.1: "Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré."
Esta declaración la hacemos bajo la cobertura del Todopoderoso, y en Él nos sentimos seguros en medio de los tiempos inestables e inseguros.

3. A partir del v. 3 comienzan las bendiciones decretadas por Dios para la vida de aquellos que viven bajo la cobertura del Dios Altísimo y confiesan con fe el favor de Dios sobre sus vidas:

a) 3 "Él te librará del lazo del cazador,


b) De la peste destructora.

c) 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro;

d) Escudo y adarga es su verdad.

e) 5 No temerás el terror nocturno,


f) Ni saeta que vuele de día,

g) 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.

h) 7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.

i) 8 Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. 9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,

j) 10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.


k) 11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti Que te guarden en todos tus caminos. 12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.

l) 13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón."

Lea detenidamente lo que yo llamo las bendiciones del Salmo 91 y sin dudas nos daremos cuenta que esta bendición nos brinda cuidado, protección, salvación, sanidad, victoria. ¡Esta es la manera cómo Dios quiere que nosotros sus hijos caminemos cada día!

4. El pasaje termina con palabras de Dios para aquel que vive bajo su cobertura y protección: "Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación."


La cobertura y bendiciones del Salmo 91 nos proveen además cielos abiertos para recibir respuestas a nuestras oraciones, asistencia inmediata en medio de las dificultades y la certeza de que viviremos largos días experimentando el gozo de la salvación.

Le animo a tomar este pasaje y leerlo cada día al levantarse o al llegar a su lugar de trabajo. No salga a la calle ni empiece su día sin la cobertura poderosa del Salmo 91. ¡Lo necesitamos!

lunes, 9 de abril de 2012

EL VITRAL QUEBRADO

Durante la violenta guerra civil que hizo estragos en Inglaterra en el siglo 17, las tropas penetraron en la catedral de Winchester y destruyeron todos los vitrales. Sin embargo, algunos habitantes pudieron recuperar en los escombros varios fragmentos de esos vitrales. Más tarde, con motivo de la restauración de la catedral, un artesano creó un magnífico vitral con esos fragmentos. A través de ese mosaico el sol o las nubes daban una variada luminosidad.

Estimado amigo, quizás algo se quebró en su vida: la pérdida de un ser querido, la enfermedad, la falta de trabajo, el divorcio, un fracaso... lo cual ha hecho de su vida una pesadilla sin perspectiva de porvenir. Pero una buena noticia esclarece ese sombrío cuadro. ¡Usted no está solo! Alguien está atento a su sufrimiento. Es Jesús, el Hijo de Dios, aquel que fue “herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados”.

Es el único que puede restaurar su vida, si usted le lleva los pedazos, reconociendo su necesidad de perdón por sus culpas, pues ¿Quién no ha pecado? Él hizo suyas estas culpas en la cruz del Calvario. Entonces, habiendo recibido Su perdón y confiado su vida al divino artesano, usted empezará una nueva existencia. No será sin dificultades; con el sol también habrá nubes, pero la luz divina siempre se filtrará y dará a su vida un esplendor sin igual.

domingo, 1 de abril de 2012

¡QUIERO LAS BENDICIONES DE DIOS PARA MI PAIS!

Por Ritchie Pugliese

En la Biblia existen promesas de bendiciones destinadas a los que siguen y sirven a Dios, las cuales están condicionadas a la obediencia.

La obediencia puede ser personal, pero muchas veces Dios se refirió a todo el pueblo para que ellos decidiesen obedecer juntamente. De hacerlo, ellos experimentarían lo que se conoce como las bendiciones nacionales de Dios.

La actitud de obediencia es para Dios, la que le abre o le cierra las puertas a una ciudad o nación, para recibir o perder las bendiciones prometidas en la Sagradas Escrituras.

Existen muchos pasajes bíblicos donde se revelan cuáles son las bendiciones que Dios tiene para aquella nación que le obedeciese.

¡Estoy seguro que estas bendiciones no sólo estuvieron reservadas para el pueblo de Israel de ayer, sino que también están disponibles para cualquier nación que se atreva y busque a Dios hoy!

En Levítico 26:1-13 se detallan cuáles son algunas de aquellas bendiciones que Dios quiere dar a Su pueblo nacionalmente.

Es interesante notar que el v.3 que dice: “Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra…” dando a entender claramente que hay una condición para recibir las bendiciones de Dios: Obediencia a lo que él dice en Su Palabra.

Obedecer es mucho más que afirmar o estar de acuerdo en algo. Implica practicar reiteradamente, como un buen hábito en la vida cotidiana, lo que sabemos que Dios quiere que hagamos.

La obediencia que agrada a Dios no está basada en el temor (“Si no hago esto, Dios me castiga”) o la imposición (“tienes que hacerlo, sino te vas a ir al infierno”), sino en el amor (“Voy a obedecer porque quiero agradar a Dios”).

Obedecer por temor, o por la fuerza, es lo que conduce a vivir una vida religiosa, vacía, pero no a experimentar una relación real de amor con Dios, la cual comienza cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón como nuestro Salvador personal.

Muy bien, vayamos entonces a ver algunas de las bendiciones prometidas por Dios a nivel nacional, si le obedecemos, las cuales están detalladas en Levítico 26.

A medida que vayamos leyendo las citas bíblicas, comparemos lo que dice la Palabra de Dios con lo que actualmente vemos que está sucediendo en nuestros países.

PRIMERA BENDICIÓN: Salud ecológica
El v. 4 dice: “yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto;…”

SEGUNDA BENDICIÓN: Salud económica
El v. 5 dice: “Y la trilla os alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan en hartura y habitaréis seguros en vuestra tierra”

TERCERA BENDICIÓN: Seguridad personal
El v. 6 dice en la primera parte: “Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante:…”

CUARTA BENDICIÓN: Seguridad civil

La segunda parte del v.6 dice: “y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra, y no pasará por vuestro país la espada:…”

QUINTA BENDICIÓN: Seguridad internacional
Los vv.7-8 dicen lo siguiente: “Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a cuchillo delante de vosotros: Y cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a cuchillo delante de vosotros.”

SEXTA BENDICIÓN: Honor y crecimiento
El v. 9 dice: “Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros:”

SÉPTIMA BENDICIÓN: Restauración y creatividad
El v. 10 dice: “Y comeréis lo añejo de mucho tiempo, y sacaréis fuera lo añejo a causa de lo nuevo:”

El Señor quiere derramar cada país estas siete bendiciones. El v. 13 dice también algo muy importante: “Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto.”

¡Caminar con Dios en obediencia nos saca de la servidumbre y la esclavitud, rompe aquellas cosas que nos han atado por mucho tiempo y nos hace andar con el rostro erguido (es conveniente aclarar que esta actitud no significa andar con soberbia, altivez u orgullo, pues Dios resiste a los soberbios, pero les provee Gracia a los humildes de corazón), caminando en victoria para la Gloria de su santo nombre!

Quiero invitarle por un instante a que usted otra vez, compare las bendiciones prometidas de Dios, a nivel nacional, con la situación actual de su país.

Lamentablemente tenemos que decir que hoy encontramos muchos de nuestros países sumergidos en severas crisis morales, financieras, sociales, religiosas, políticas, seguridad, salud, etc, que nos dan una idea de que hay que hacer algo para cambiar la situación. ¿Qué se puede hacer para cambiar las cosas? Existe un dicho que dice: “Primero, lo primero”.

Entonces, ¿Qué necesitamos hacer primero?:

La respuesta la encontramos en 2 Crónicas 7:14. Allí dice lo siguiente: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

Cuando una nación se humilla ante Dios, reconociendo que está viviendo como ellos quieren pero no como Dios dice, y desean realmente cambiar de rumbo para hacer lo que Dios quiere, Dios promete hacer tres cosas:

1. Él oirá el clamor desesperado de esa nación

2. Él perdonará y limpiará los pecados de esa nación

3. Él sanará la tierra, el país

¡Son poderosas las cosas que el Señor hace cuando alguien se humilla y se dispone a vivir en obediencia a lo que él dice!

La Historia del Cristianismo nos muestra la eficacia de esta Palabra de Dios, al ver cómo ciudades, naciones, fueron tocadas por Dios como consecuencia de hacer un alto, examinarse y buscar el rostro de Dios, reconociendo que se habían desviado del camino, pero que querían arrepentirse y volver al cauce bendecido trazado por Dios en Su Palabra.

Quizás, en vez de quejarnos por todo lo malo que sucede en nuestro país, ¿No sería mejor hacer un alto para evaluarnos ante Dios a ver si estamos haciendo las cosas como él quiere? ¿No será éste el tiempo de comenzar a humillarse bajo la poderosa mano de Dios para que él nos exalte como nación cuando fuere tiempo?

Si usted ha recibido el impacto de esta palabra de Dios, le animo a compartirla en donde usted tenga influencia. Quizás lo que usted está leyendo en este momento pueda ser la semilla para que Dios produzca algo nuevo, por Su Espíritu, en su nación. ¿Puede creerlo?