miércoles, 14 de enero de 2009

EN LA BISAGRA DE CAMBIOS TRASCENDENTALES

Por Ritchie Pugliese

Isaías 54:1-4 dice lo siguiente: “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones y habitará las ciudades asoladas. No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.”

Esta palabra profética fue y sigue siendo una palabra fresca de Dios para Su Pueblo, no sólo en aquel tiempo sino también para nosotros hoy. Esta palabra Dios se la dio a su pueblo, que había estado cautivo por varios años en Babilonia, bajo el poder del enemigo. Ese tiempo de cautividad del Pueblo de Dios no fue una experiencia alegre sino amarga, donde su característica principal fue la esterilidad.

Esta palabra también es para usted hoy que quizás viene de un tiempo largo donde en su vida personal, negocios, ministerio, etc., no ha visto resultados positivos sino sólo esterilidad. Si usted tuviera, con una sola palabra, que definir todo este largo tiempo sin duda diría: ¡esterilidad!

En un momento donde no había nada positivo, Dios irrumpe con autoridad y envió esta palabra a Su Pueblo, la cual contiene ricas enseñanzas aplicables para todos nosotros hoy y para comenzar con fe una nueva etapa.

Si leemos el comienzo del pasaje, parece una total contradicción, pues el Señor le dice al pueblo: “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto…” El Señor le dice a un pueblo estéril que se regocije, a la que no daba a luz que levantara canción de alabanza y a la que nunca estuvo de parto que diera gritos de festejo y júbilo. En nuestro lenguaje natural, diríamos, ésta es una “palabra de locos”, no acorde a los difíciles tiempos que el Pueblo de Dios estaba atravesando.

Usted tiene que saber que en aquellos días la esterilidad era considerada una maldición, pues se creía que la madre fecunda contaba con el favor de Dios. La mujer estéril experimentaba vergüenza, humillación, degradación, menosprecio, burla y rechazo de todos los que le rodeaban. Es probable que Usted en este tiempo se sienta de igual manera o peor, debido a que es un “estéril caminando por la vida”. Anhela triunfar, avanzar, pero siempre llega al punto en el cual se cruza con la frustración de no poder cambiar la situación de esterilidad. ¿Le ha pasado algo similar en los últimos tiempos?

Ahora bien, la pregunta que surge aquí es: ¿Por qué Dios le pide a su pueblo regocijarse, alabarle y dar voces de júbilo, si Él sabe que está triste, angustiado y deprimido por la esterilidad “sin fin”? El pasaje sigue diciendo: “porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.” La desamparada, ¿sabe quién es? La estéril, la que no daba a luz y la que nunca estuvo de parto. Aquí el Señor, con sus palabras, estaba decretando algo en el mundo espiritual, y natural, y también poniendo en juego su Palabra con lo que estaba afirmando. ¿Qué estaba diciendo? ¡Que la que era desechada, la que era motivo de burla, desprecio y rechazo de los demás debido a su esterilidad, iba a dar más frutos (hijos) que la mujer “normal” que no le costaba nada engendrar y dar a luz hijos! ¿Puede entender lo que estoy diciendo? Cuando usted mira a su alrededor ve a otros, donde pareciera que todo les sale bien en la vida, usted no los ve sufrir, o padecer, ellos avanzan y comparado con su situación actual, ellos están a miles de millas adelante suyo. El Señor le dice a usted hoy: - Aunque a tu alrededor hayas visto hasta la fecha a muchos que han progresado, avanzado, crecido y superado, a partir de esta palabra todo cambiará: ¡Tú darás más frutos que ellos! -

Para alguien que viene de un largo proceso de cautividad donde la esterilidad fue el panorama cotidiano, no le es fácil poder creer esa Palabra, pero permítame decirle algo: Siempre que Dios quiere hacer algo, primero habla a través de Su Palabra por medio de las Sagradas Escrituras, palabras proféticas de los siervos de Dios, sueños, visiones, etc. ¡Su estrategia no ha cambiado y sigue vigente! ¡Dios le está hablando a usted específicamente en este momento y es su oportunidad para pasar al otro lado! ¡No siga más dando vueltas en su camino de esterilidad, aférrese a la Palabra que Dios le está hablando, que es su ancla firme, para ser bendecido! … pero aquí no termina todo lo que Dios quiere hacer en su vida… ¡hay mucho más!

El v. 2 continúa diciendo: “Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;” Si ya parecía una “locura” el poder regocijarse, alabar y dar voces de júbilo en medio de semejante grado de esterilidad y falta de fruto, la frase de este versículo parece al revés de lo que está sucediendo en la realidad. El Señor le está diciendo a alguien, que por largo tiempo no experimentó un ensanchamiento o agrandamiento o extensión, que comience a hacerlo. Primero le dice que ensanche el sitio de la tienda. La tienda representa el negocio, el ministerio, etc., todo lo que ha permanecido inmóvil y estéril por largo tiempo. Ensanchar los límites era una orden de Dios y se necesitaba una dosis de fe para hacerlo. Luego le dice que extienda también las cortinas interiores de la tienda. Dios les dice eso y además agrega “no seas escasa”. ¿Por qué el Señor le dijo así? Es fácil deducirlo: Una persona que por mucho tiempo no ha experimentado crecimiento, ni ha dado fruto, en su interior se le ha creado un “PEE” ¿Qué es eso? Un Patrón de Esterilidad Eterna, es decir, dentro de su interior tiene la sensación que va a vivir por siempre con esa carga a cuestas, que nunca su situación cambiará.

Esto nos enseña que la esterilidad lo que hace en nosotros (a menos que lo controlemos con la ayuda del Señor) es poner ideas de escasez. Ya no somos capaces de pedirle a Dios que bendiga el negocio a un nivel más amplio, sólo le decimos: - Ayúdame Señor a que podamos vender, aunque sea, algo en el barrio -; ya no somos capaces de pedirle a Dios que nuestro ministerio llegue a las naciones sino, que nos conformamos con que al menos se convierta una persona al mes bajo nuestro ministerio. La cautividad, si no la manejamos en Dios, creará patrones equivocados que nos dejará inválidos espirituales para ejercer fe y no ser escasos; hará de nosotros personas impedidas de ejercer fe e ineficaces para extendernos más allá de nuestra imaginación o pensamiento.

La esterilidad nos hace escasos de fe, visión, bendición y alcance. ¡Dejemos de ser escasos, como nos lo ha pedido el Señor! ¿Puede darse cuenta de la crisis que se origina en la bisagra del cambio, cuando Dios interviene para que demos una vuelta de página en la vida y doblemos en la esquina hacia Su bendición? No se puede pasar al otro lado con los mismos patrones de pensamiento, actitudes, reacciones que teníamos en la etapa de cautividad y esterilidad. Muchos no pueden soportar las promociones de Dios, y posteriormente mantener la bendición del Señor, porque quieren empezar una nueva etapa cuando ellos todavía son gente de la “vieja etapa” de esterilidad. Cuando Dios habla se hace necesario, vital e indispensable ajustarnos totalmente a lo nuevo que Dios quiere, aunque sea un tiempo crítico. Usted se sentirá que necesita ser mudado, cambiado en muchas partes o totalmente en su vida. ¡Bendito sea el Señor que es el mismo que ha hablado y el que nos ayudará a ser cambiados para recibir y conservar lo nuevo que viene!

El mismo versículo agrega otra verdad importante: “alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.” Esto confirma lo que recién veníamos hablando. Si usted quiere ensancharse y crecer, no puede seguir con la misma medida de cuerdas sino que necesita unas más grandes, hasta donde usted llegue con su fe. Aquí Dios no dice: - Extiéndete, pero llega hasta aquí nomás -, sino que nos da rienda libre para que lleguemos hasta donde nuestra fe llegue. Cuando más grande sea la tienda, más se deberá reforzar las estacas. Esto significa tener que apuntalar, ajustar todo lo que sea necesario para que no se nos caiga la tienda ensanchada. El tiempo bisagra hacia la bendición de Dios es un tiempo de reflexión, reexaminación de su vida, negocio, ministerio, etc., para saber lo que debe ser reforzado en Dios.

En el v. 3 se revela el propósito por el cual Dios le habló a la estéril que se regocije, levante canción de alabanza, dé voces de júbilo y que ensanchara la tienda: “Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda;” El Señor estaba diciendo: - ¡Porque a partir de ahora crecerás! -. Esta palabra, “extenderás”, en la versión inglesa King James utiliza una palabra que significa “romper hacia delante”. ¡Eso significa prácticamente que usted ya no seguirá yendo para atrás en su vida, negocio o ministerio, sino que irrumpirá dando un paso de fe hacia delante rumbo a la bendición prometida de Dios!

Cuando uno ha estado “ejercitándose a la fuerza” en ir hacia atrás por la falta de resultados, fruto, cuesta volver a ejercitar los músculos para caminar hacia delante, pero sepa que Dios está con usted para darle la agilidad de irrumpir hacia delante, Dios le enseñará a hacer lo que tanto usted esperó: Ir hacia delante, ser fructífero, dejar de ser estéril.

Para terminar, el v.4 dice: “No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.” Aquí también hay mucho para meditar y recibir de Dios. Primero dice: “no temas”. El temor era lo que predominaba en el tiempo de cautividad y esterilidad. El temor tiene un efecto paralizante, pues nos hace personas incrédulas y dubitativas, nos incapacita para creerle con fe a Dios. El Señor nos exhorta a no temer, pues el tiempo ha cambiado. Quizás usted al leer se está preguntando: - Ya lo he intentado otras veces y nada ha funcionado. La cosa se puso peor. Mejor no hago nada y que todo siga así…- Esa reacción viene como resultado del temor interior, pero Dios ahora le ha hablado hoy claramente, así que ¡rompa ese círculo de temor alrededor suyo y empiece a mover sus pies en fe, creyendo que Dios hará lo que ha prometido!

Segundo, dice que “no serás confundida”. Los tiempos de cautividad y esterilidad son tiempos de mucha confusión, pues uno se formula miles de preguntas y no obtiene ninguna respuesta. Sumado a eso, el incesante ataque del enemigo sobre la mente nos abruma y confunde totalmente. Aquí Dios está diciendo que ese tiempo se terminó, pues hay un nuevo tiempo para su vida.

En tercer lugar dice “no serás afrentada”. La palabra “afrenta”, el diccionario la define como “insulto, deshonra, dicho y hecho ofensivo”. Usted, sólo usted, bien sabe cuánta gente ha hablado de usted durante su largo tiempo de cautividad y esterilidad. Muchos se burlaron de usted, lo abandonaron, lo criticaron sin piedad, fue atacado ferozmente por la gente de su alrededor, aun de familiares y hasta hermanos en la fe. Dios le dice hoy a usted que ese tiempo se está terminando. Dios ha dicho: ¡Basta ya! A partir de hoy, Dios pondrá sobre usted un nuevo manto, donde la gente comenzará a acercarse a usted y a hablar bien de usted, al ver la bendición de Dios sobre su vida, negocio, ministerio, etc.

El pasaje termina diciendo: “sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.” En síntesis lo que está diciendo aquí es: - A partir de ahora no vas a recordar más la vergüenza que atravesaste durante todo el largo tiempo de esterilidad, ni de todos los que hablaron mal de ti y te abandonaron en tu tiempo de viudez (soledad). ¡Ya no te acordarás más de esto, porque lo nuevo que te doy superará todo dolor del pasado! ¿Puede creer esto hoy para su vida, negocio, ministerio, etc.? ¡Dios se lo está diciendo claramente y contundentemente!

Usted está en la bisagra de cambios trascendentales de su vida. ¡El tiempo es hoy! Levántese en el Nombre del Señor de su etapa de lamento, y entre en la dimensión del regocijo, levántese en el Nombre del Señor de su etapa donde no producía nada y alabe al Señor; levántese en el Nombre del Señor de esa sensación interior que ha tenido, de que nunca saldría de la esterilidad, y comience a dar gritos de júbilo. ¡Su tiempo ha llegado, reciba la Palabra con fe y actúe creyendo en la fidelidad de Dios! ¿Está preparado?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ritchie Pugliese es un siervo de Dios que publicó un sinnúmero de artículos como éste, que fueron de gran bendición para mi vida desde que acepté a Cristo Jesús como mi Señor, y hoy los comparto con mis amigos y personas deseosas de obtener un mensaje de esperanza o de enseñanza espiritual.

libertad dijo...

Amén!!! Sí Señor, estoy preparada para recibir tu Bendición!!!