lunes, 30 de enero de 2012

"LOS QUE NO TIENEN DINERO, VENID"

Porque tú dices: Yo soy rico… de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte…

Apocalipsis 3:17-18

En los versículos de hoy el apóstol Juan pinta un cuadro muy oscuro de los cristianos de Laodicea. Pero éste también es el estado en el cual se encuentra gran número de seres humanos. El que no conoce a Dios es “miserable, pobre, ciego y desnudo”. No es feliz, y para esconder su tristeza se sumerge en todo tipo de placeres mundanos en los cuales nunca encuentra la paz. Su pobreza es evidente. Incluso si acumula riquezas, al final de cuentas se queda sin nada. “Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano” (Eclesiastés 5:15). En otras palabras, está ciego espiritualmente, porque prefirió las tinieblas a la luz que trae Jesucristo (Juan 3:19).
Dios dice: “A todos los sedientos: Venid…, comprad… sin dinero y sin precio” (Isaías 55:1). Dios ofrece la vida eterna “sin dinero y sin precio”. Es un don gratuito, porque Jesús ya pagó el precio. Lo único que debemos hacer es reconocer nuestra incapacidad para salvarnos, arrepentirnos y creer en el Salvador que expió nuestros pecados mediante su sacrificio en la cruz. Sólo él da la felicidad de una conciencia liberada a aquel que cree. Lo reviste de la única justicia aceptada por el gran Juez. Las “abundantes riquezas de su gracia” son para él (Efesios 2:7).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

viernes, 27 de enero de 2012

"TODO VA BIEN"

Engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz, no habiendo paz.

Ezequiel 13:10



Tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Romanos 5:1

Así se llama el bar ubicado en la esquina cerca de mi casa. Allí entran y salen personas de todo tipo. Uno entra y se toma una copa para levantar el ánimo. Otro, que ha destruido su hogar, va cada día porque no puede dejar el alcohol. Luego sale otro que, tambaleando, difícilmente alcanza la pared de la fábrica de en frente. Y como si fuera poco, otro insulta a los que pasan por la calle. ¡Qué miseria! Pero no; todo va bien.
Tristemente el luminoso pero irónico cartel está ahí. Esto es lo que Satanás también afirma a los hombres en este principio del siglo 21. Él hace resplandecer perspectivas de bienestar, de un mundo mejor. Sin embargo, estos no son más que discursos engañosos de un enemigo que, para destruir a los hombres, quiere evitar que miren la realidad tal como es.
En cambio Dios siempre dice la verdad al hombre, su criatura, a quien ama y desea salvar. En la Biblia, su Palabra, no dice que todo va bien; al contrario, afirma que estamos perdidos y que el juicio nos espera. Si no nos atrevemos a ver la realidad de frente, es porque nos asusta. Sentirnos desarmados ante los verdaderos problemas no debe conducirnos a callar nuestra conciencia y cerrar nuestro corazón para no ver el peligro.
Si la Biblia no duda en decir la verdad sobre el terrible estado del ser humano, es porque Dios ha aportado un remedio totalmente eficaz que dará al hombre la verdadera felicidad: Jesús, el Hijo de Dios.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

jueves, 26 de enero de 2012

¡QUIERO LAS BENDICIONES DE DIOS PARA MI PAIS!

Ritchie Pugliese

En la Biblia existen promesas de bendiciones destinadas a los que siguen y sirven a Dios, las cuales están condicionadas a la obediencia.

La obediencia puede ser personal, pero muchas veces Dios se refirió a todo el pueblo para que ellos decidiesen obedecer juntamente. De hacerlo, ellos experimentarían lo que se conoce como las bendiciones nacionales de Dios.

La actitud de obediencia es para Dios, la que le abre o le cierra las puertas a una ciudad o nación, para recibir o perder las bendiciones prometidas en la Sagradas Escrituras.

Existen muchos pasajes bíblicos donde se revelan cuáles son las bendiciones que Dios tiene para para aquella nación que le obedeciese.

¡Estoy seguro que estas bendiciones no sólo estuvieron reservadas para el pueblo de Israel de ayer, sino que también están disponibles para cualquier nación que se atreva y busque a Dios hoy!

En Levítico 26:1-13 se detallan cuáles son algunas de aquellas bendiciones que Dios quiere dar a Su pueblo nacionalmente.

Es interesante notar que el v.3 que dice: “Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra…” dando a entender claramente que hay una condición para recibir las bendiciones de Dios:
Obediencia a lo que él dice en Su Palabra.

Obedecer es mucho más que afirmar o estar de acuerdo en algo. Implica practicar reiteradamente, como un buen hábito en la vida cotidiana, lo que sabemos que Dios quiere que hagamos.

La obediencia que agrada a Dios no está basada en el temor (“Si no hago esto, Dios me castiga”) o la imposición (“tienes que hacerlo sino te vas a ir al infierno”), sino en el amor (“Voy a obedecer porque quiero agradar a Dios”).

Obedecer por temor, o por la fuerza, es lo que conduce a vivir una vida religiosa, vacía, pero no a experimentar una relación real de amor con Dios, la cual comienza cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón como nuestro Salvador personal.

Muy bien, vayamos entonces a ver algunas de las bendiciones prometidas por Dios a nivel nacional, si le obedecemos, las cuales están detalladas en
Levítico 26.

A medida que vayamos leyendo las citas bíblicas, comparemos lo que dice la Palabra de Dios con lo que actualmente vemos que está sucediendo en nuestros países.

PRIMERA BENDICIÓN: Salud ecológica
El v. 4 dice: “yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.;…”

SEGUNDA BENDICIÓN: Salud económica
El v. 5 dice: “Y la trilla os alcanzará a la vendimia, y la vendimia alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan en hartura y habitaréis seguros en vuestra tierra”

TERCERA BENDICIÓN: Seguridad personal
El v. 6 dice en la primera parte: “Y yo daré paz en la tierra, y dormiréis, y no habrá quien os espante:…”

CUARTA BENDICIÓN: Seguridad civil

La segunda parte del v.6 dice: “y haré quitar las malas bestias de vuestra tierra, y no pasará por vuestro país la espada:…”

QUINTA BENDICIÓN: Seguridad internacional
Los vv.7-8 dicen lo siguiente: “Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a cuchillo delante de vosotros: Y cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a cuchillo delante de vosotros.”

SEXTA BENDICIÓN: Honor y crecimiento
El v. 9 dice: “Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré mi pacto con vosotros:”

SÉPTIMA BENDICIÓN: Restauración y creatividad
El v. 10 dice: “Y comeréis lo añejo de mucho tiempo, y sacaréis fuera lo añejo a causa de lo nuevo:”

El Señor quiere derramar cada país estas siete bendiciones. El v. 13 dice también algo muy importante: “Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para que no fueseis sus siervos; y rompí las coyundas de vuestro yugo, y os he hecho andar el rostro alto.”

¡Caminar con Dios en obediencia nos saca de la servidumbre y la esclavitud, rompe aquellas cosas que nos han atado por mucho tiempo y nos hace andar con el rostro erguido (es conveniente aclarar que ésta actitud no significa andar con soberbia, altivez u orgullo, pues Dios resiste a los soberbios pero les provee Gracia a los humildes de corazón), caminando en victoria para la Gloria de su santo nombre!

Quiero invitarle por un instante a que usted otra vez, compare las bendiciones prometidas de Dios, a nivel nacional, con la situación actual de su país.

Lamentablemente tenemos que decir que hoy encontramos muchos de nuestros países sumergidos en severas crisis morales, financieras, sociales, religiosas, políticas, seguridad, salud, etc., que nos dan una idea de que
hay que hacer algo para cambiar la situación. ¿Qué se puede hacer para cambiar las cosas? Existe un dicho que dice: “Primero, lo primero”.

Entonces, ¿Qué necesitamos hacer primero?:

La respuesta la encontramos en
2 Crónicas 7:14. Allí dice lo siguiente: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”

Cuando una nación se humilla ante Dios, reconociendo que está viviendo como ellos quieren, pero no como Dios dice, y desean realmente cambiar de rumbo para hacer lo que Dios quiere, Dios promete hacer tres cosas:

1. El oirá el clamor desesperado de esa nación

2. El perdonará y limpiará los pecados de esa nación

3. El sanará la tierra, el país

¡Son poderosas las cosas que el Señor hace cuando alguien se humilla y se dispone a vivir en obediencia a lo que él dice!

La Historia del Cristianismo nos muestra la eficacia de esta Palabra de Dios, al ver cómo ciudades, naciones, fueron tocadas por Dios como consecuencia de hacer un alto, examinarse y buscar el rostro de Dios, reconociendo que se habían desviado del camino, pero que querían arrepentirse y volver al cauce bendecido trazado por Dios en Su Palabra.

Quizás, en vez de quejarnos por todo lo malo que sucede en nuestro país, ¿no sería mejor hacer un alto para evaluarnos ante Dios a ver si estamos haciendo las cosas como él quiere? ¿No será éste el tiempo de comenzar a humillarse bajo la poderosa mano de Dios para que él nos exalte como nación cuando fuere tiempo?

Si usted ha recibido el impacto de esta palabra de Dios, le animo a compartirla en donde usted tenga influencia. Quizás lo que usted está leyendo en este momento pueda ser la semilla para que Dios produzca algo nuevo, por Su Espíritu Santo, en su nación. ¿Puede creerlo?

miércoles, 25 de enero de 2012

¿PRECARIEDAD O ESTABILIDAD?

Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré… A ti clamaré, oh Señor. Roca mía… Oye la voz de mis ruegos.

Salmos 18:2; 28:1-2

Nos duele ver cada vez más personas que viven en una situación precaria en nuestra sociedad. ¡Cuántas personas sin un domicilio, ni trabajo, ni familia, obligadas a vivir cada día en condiciones difíciles que no se sabe cuánto tiempo durarán! El creyente no debe permanecer insensible a tales sufrimientos, y la generosidad debería caracterizarlo. Esta es la enseñanza de Jesús en el evangelio: “Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses” (Mateo 5:42).
Pero si reflexionamos bien podemos darnos cuenta de que todo hombre vive en una situación precaria frente a la eternidad. Efectivamente, ¿quién está exento de una repentina desgracia económica, de un problema de salud, e incluso quién puede saber si estará vivo mañana? “Toda carne es como hierba, y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1 Pedro 1:24-25). Este versículo, si bien nos compara a una efímera flor, también nos dice que en Dios podemos encontrar lo duradero, lo inmutable. No ofrece soluciones precarias a los problemas de los seres humanos, sino que les asegura la vida eterna. “El que cree en el Hijo (de Dios) tiene vida eterna” (Juan 3:36). El que cree en Jesucristo adquiere una condición de estabilidad absoluta: pasa a ser hijo del gran Dios soberano y comprueba que día tras día su Padre celestial se encarga de todos los aspectos de su vida terrenal. Además, sabe que le prepara un futuro eterno.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

martes, 24 de enero de 2012

AUNQUE TARDARE, ESPERALO

¿Ya te fijaste?
¿Ya te diste cuenta?
¿Ya te fijaste por dónde Dios te ha llevado hoy?
¿Viste por qué fue necesario?
Esto es para que aprendas a discernir tus acontecimientos presentes y entiendas que Dios puede cambiarte todos tus programas o proyectos que tenías planificados.
No te angusties o enojes porque Dios altere tus planes, ya que por medio de esas circunstancias quiere que aprendas a esperar en él.
Si tú habías planificado que HOY ibas a adquirir lo que esperabas, Dios ha decidido dártelo MAÑANA.
¿Pero cuándo llegará ese mañana?
Sólo Dios lo sabe.
Dios te está formando en la paciencia.
Te está enseñando a esperar en él...
Espera en él, pero no en forma pasiva, sino dando los pasos de fe que te pida dar.
Que la impaciencia y la desesperación no te vuelvan a dominar, pues ya viste el enorme daño que te ocasionaron en el pasado...
Aprende a esperar y a descansar en la soberanía del Dios Altísimo, porque lo que tú no puedas adquirir, él mismo te lo traerá por los medios que no te imaginas...
No dependas en ningún recurso humano, pues únicamente son los medios que Dios emplea para darte lo que esperas...
Es el Dios de lo imposible, quien va delante de ti abriéndote caminos donde no los hay; espera en sus métodos ilógicos e inesperados. Por eso, aunque NO te parezca razonable el porqué de muchas situaciones, solamente espera en él.

PACIENCIA, aunque lo que esperas se tarde mucho...
PACIENCIA, aunque ahora nada te favorezca y todo lo tengas en contra.
PACIENCIA, pues el tiempo de Dios es siempre exacto y oportuno.

Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
Habacuc 2:3

lunes, 23 de enero de 2012

¡ENVIAME HOY A UN CREYENTE!

Mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

Lucas 15:24



Hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Lucas 15:1

–Señor Jesús, ¿a quién vas a hacer que encuentre hoy?, preguntaba Pedro en su oración mientras se dirigía al hospital para visitar a los enfermos. Al llegar al largo pasillo vio una puerta entreabierta. Llamó y entró. Un joven en su lecho de enfermo exclamó: – ¡Usted es creyente! –Sí, y por eso mismo he venido a verte, respondió Pedro. E inmediatamente el joven le contó su historia:
«No aguantaba más la fe de mis padres, ni la lectura diaria de la Biblia en familia, entonces me fui de casa. Lejos de mis padres, encontré refugio en casa de mi abuela, para no volver a oír hablar de Dios.
Pero una noche, ese Dios de quien huía me detuvo. Mientras me divertía con mis amigos al borde de la carretera, uno de ellos me empujó y caí al suelo. Un camión me destrozó las piernas. Tuvieron que amputármelas. Estoy en esta cama de hospital desde hace meses, y he tenido el tiempo suficiente para reflexionar sobre mi pasado. Esta mañana le dije a Dios: –¡Si existes, mándame hoy a un creyente!».
Entonces Pedro le habló de Jesús, de su compasión, de su amor y de su poder para perdonar. Ese mismo día ese joven creyó en Jesús y puso su confianza en él. Más tarde mandó a Pedro que diese este mensaje a sus padres: –Sé que oran por mí. Perdí mis dos piernas, pero encontré la salvación en Jesucristo.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

domingo, 22 de enero de 2012

LLAMADOS A SER LA LUZ DEL MUNDO

Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 8:12



Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 5:16

En los países mediterráneos, una ciudad situada en una montaña se ve inmediatamente: en el día debido a la blancura de sus edificios, y en la noche debido a la luz de las casas.
De igual modo, la conducta de los discípulos de Jesús en este mundo debe ser una luz perceptible por todos. ¿Cuál es la luz que los creyentes estamos llamados a hacer brillar? Es todo lo que los creyentes dicen o hacen, porque creen en Dios; es toda manifestación visible de su fe. Es la expresión, en nuestra actividad cotidiana, de la luz moral de la vida de Jesús. Cuando Jesús estuvo en esta tierra, sus discípulos vieron que su Maestro irradiaba esa luz de la vida que disipaba sus dudas, echaba fuera sus temores y fortalecía su fe. Después de su resurrección, el fervor de Su amor animó sus corazones y condujo sus pasos. Como vivían en comunión con el Señor, pudieron llevar esa luz de la vida al mundo.
Al igual que los discípulos de Jesús, nosotros también debemos vivir la vida que Jesús describe en Mateo, capítulos 5 a 7. Entonces, los que nos rodean podrán observar en nuestra vida lo que significa creer en Dios y tratar de honrarlo. Serán llevados a reconocer que nuestra luz proviene de Dios, y que nuestras acciones son su obra ejercida a través de nosotros. ¡De este modo glorificarán a Dios!


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

viernes, 20 de enero de 2012

DECRETOS PARA EL AÑO 2012

1. Decretamos cancelada toda credibilidad que en las naciones se le ha dado a los vaticinios de los brujos acerca del año 2012. Todo manto de muerte, desgracias, y violencia que sus palabras han lanzado sobre la tierra es roto en el Poderoso Nombre de Jesús.
2. Decretamos que en el año 2012 los profesionales de la medicina se moverán en sus consultorios y hospitales de manera sobrenatural, que todo su conocimiento será desafiado ante milagros extraordinarios de sanidades, y dichos milagros serán publicados.
3. Decretamos que en el año 2012 será visto el liderazgo político emergente de las naciones que traerá verdadera transformación sobre la tierra, será un liderazgo al estilo de Nehemías, Daniel, Débora, José, Ester, que provocará cambios significativos en la visión de nación, gobernarán con revelación del Señor, se moverán con autoridad territorial, impulsarán una economía sostenible para los próximos 7 años, será gente de influencia y de puertas abiertas.
4. Decretamos un año de derrota al espíritu de los jebuseos que trae rechazo y destruye a la familia, más bien se activará la última promesa del Antiguo Testamento de Malaquías 4:6 que dice que será enviado el espíritu de Elías que hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres.
5. Decretamos que el 2012 es un año de gobierno, y que se desata estratégicamente gobierno sobre los medios de comunicación, todos los canales de información que incluyen a las estaciones y cadenas de televisión, las páginas de Internet, las redes sociales, las estaciones de radio y las revistas, que habrá aperturas para establecer el señorío de Cristo en los programas, noticias, reportajes, entretenimiento, música, etc.
6. Decretamos que la influencia de la tercera y última reforma de la iglesia penetra a los centros educativos, universidades, institutos tecnológicos, etc., haciendo de ellos lugares de entrenamiento e instrucción en el temor de Dios, enseñarán en el contexto de que Dios es el centro de la vida y que en torno a Él todos debemos girar, Dios sigue siendo el cimiento de todas las áreas del aprendizaje.


Amados hermanos y hermanas, un nuevo año comienza y tenemos la plena convicción que en este año el Señor te llevará por un proceso de crecimiento y ensanchamiento de tu vida y ministerio, así que prepárate para ver las maravillas del Señor a tu favor. Dios te bendiga grandemente.

jueves, 19 de enero de 2012

PARA ALCANZAR LAS PROMESAS DE DIOS

Deseo compartir contigo una palabra y espero sea de bendición para ti.

Proverbios 4:23 dice: "Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida". (Nueva Versión Internacional)

En la versión Nueva Traducción Viviente dice: "Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque éste determina el rumbo de tu vida".

En la Biblia la palabra "corazón" aparece relacionada no sólo con los sentimientos sino también con el intelecto y la voluntad. Esto lo puedes comprobar buscando en una concordancia la palabra corazón y leyendo cada versículo en el que aparece la palabra.

Por lo tanto, cuando Dios nos dice que cuidemos nuestro corazón, nos está diciendo que cuidemos nuestros sentimientos, nuestros pensamientos y que tengamos cuidado al tomar decisiones.

Pero... ¿Cómo tomo buenas decisiones?

Jesús dijo: "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento". Marcos 12:30

El secreto para tomar buenas decisiones y que las promesas de Dios se cumplan en tu vida es justamente este: Amar a Dios con todo lo que Él demanda.

David sabía muy bien lo que Dios quería, él escribió:

"Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios". Salmos 51:16-18

Estimado amigo, Dios te dice: "Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo". Ezequiel 36:25

"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: «Yo habito en la altura y la santidad, pero habito también con el quebrantado y humilde de espíritu, para reavivar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los quebrantados". Isaías 57:15

"Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu". Salmos 34:18

"Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas". Salmos 147:3

miércoles, 18 de enero de 2012

CUANDO SE SUFRE...

Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

1 Co. 10:13



Mas (Dios) conoce mi camino; me probará, y saldré como oro.

Job 23:10

Después de un duelo especialmente doloroso, una pregunta punzante dominaba mis pensamientos: ¿Por qué me ocurre esto a mí? ¿Quiere Dios castigarme? Un amigo creyente me dio la clave que me liberó de mi angustia y de mis preguntas, diciéndome:
–Hace cerca de dos mil años, Jesucristo crucificado exclamó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Marcos 15:34). Así Jesucristo cargó con el castigo que merecían mis pecados. Fue desamparado para que yo no lo fuera nunca. Dios castigó a su Hijo en mi lugar. Por eso Él me perdona y me da la vida eterna. ¿Cómo podría dudar de su amor?
Mi amigo también me enseñó a no decir: « ¿Por qué?», sino « ¿Para qué?», para preguntar a Dios cuál es su meta al permitir este sufrimiento. “He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción” (Isaías 48:10), Dios es como un orfebre, quien funde el oro en el crisol, ajustando la temperatura hasta que toda impureza sea quitada. Él espera pacientemente hasta que el metal tenga una superficie tan lisa que pueda reflejar su rostro en ella. Sólo entonces el artesano puede labrar el oro puro para hacer una joya.
Este es el «para qué» de esa prueba dolorosa que Dios permitió, después de haberme dado la vida eterna; ese trabajo era necesario para darme una forma que fuera para la honra de mi Salvador y Señor.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

lunes, 16 de enero de 2012

SUELTA TUS PROBLEMAS

ESE PROBLEMA, DEJALO ASI COMO ESTA.
Es preocupante ese problema gigante que te rodea todo el tiempo. Parece que en lugar de disminuir, va en aumento.
No sabes por dónde comenzar para buscarle solución, pues a cada momento las cosas se están complicando cada vez más. ¡Que desesperación!

Esta es la situación real que muchas personas están atravesando en estos momentos de sus vidas: ESTAN DESESPERADAS, YA NO SABEN QUE HACER.
Así que para estas personas va dirigida esta reflexión...

Ante todo recuerda que hay situaciones que por mucho que intentes solucionarlas por tus propios medios no lo vas a lograr, y por consiguiente más frustración, aflicción y desesperación tendrás...
Lo que ya no se puede arreglar, déjalo como así como está. Deja que sea Dios quien se encargue de hacer el milagro...
Sé que es difícil digerir y aceptar esta situación, pero es necesario que creas en el poder soberano de Dios, quien lo puede todo...

En lugar de darle vuelta a lo mismo, recuerda todas las veces en las que literalmente viste respuestas milagrosas de Dios cuando ya no se podía hacer nada...
En vez de pensar en estos problemas enormes y sin solución, recuerda lo que Dios hizo a tu favor; y que así como intervino en aquella ocasión, de la misma manera lo hará esta vez, en su tiempo.

Justo en estos instantes, la acción continua de Dios te conduce en medio de oposiciones fuertes y gigantes.

Cree que es así aunque no veas nada...
Cree que Dios está trabajando en tu caso ahora...
En todo momento la acción oportuna de sus ángeles es una realidad aunque no lo visualices de esa manera...

Así que, no desfallezcas en la prioridad que Dios te ha señalado...
Mantente fiel aunque todo lo tengas en contra...
No olvides que estás morando bajo la sombra del Altísimo y él ha prometido respaldarte siempre, pase lo que pase.

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.”

Salmo 91:1-2

sábado, 14 de enero de 2012

DIOS SE DIRIGE A MI

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído.

Hebreos 1:2; 2:1

Por encima de las opiniones y de todas las tradiciones, el mensaje de la Biblia debe merecer nuestra atención porque, en ese Libro, es Dios mismo quien se dirige al hombre.
Como es Dios, y la inteligencia humana no puede elevarse hasta él por el simple razonamiento humano, Dios sólo puede ser conocido conforme a la medida en que se revela al hombre.
La creación, incluido el hombre, es un maravilloso testimonio de nuestro poderoso y sabio creador.
Nuestra conciencia es un don de Dios que nos permite conocer sus caracteres de santidad, justicia y amor.
Pero para conocer a un Dios Salvador, a un Dios que se interesa en su criatura, que quiere su felicidad, era necesario otro lenguaje: el que está contenido en la Biblia. Por lo tanto la Biblia no es una simple colección de preceptos morales que permiten una cosa y prohíben otra, ni un manual religioso para personas cultas o para un sector religioso. Si bien es cierto que contiene unos capítulos más difíciles que otros, todo lector con buena disposición de corazón es capaz de comprender el mensaje esencial. ¿Podría concebirse la existencia de un Dios que hablase a su criatura en un lenguaje oscuro? ¿Sería justo si comunicase su plan de salvación sólo a unos expertos?
Dios, quien lo conoce, lo ama y lo busca, se dirige a usted a través de este libro. Leer la Biblia es escuchar a Dios.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

viernes, 13 de enero de 2012

¿DIOS VA A CURARME?

El Señor no desecha para siempre; antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.

Lamentaciones 3:31-33

¿Dios puede curarme? ¡Por supuesto, pues es todopoderoso! ¿Quiere hacerlo? ¡No siempre! Puede tener otra intención para mi vida. El sufrimiento es difícil de soportar, y fácilmente suscita el sentimiento de oposición o de rebelión contra Dios, quien nos prueba.
El apóstol Pablo escribió a Timoteo: “…a Trófimo dejé en Mileto enfermo” (2 Timoteo 4:20). Pablo, quien tenía el don de sanidad, no lo había curado y tampoco pidió a Timoteo que lo hiciese. Epafrodito, su colaborador, había estado enfermo y muy cerca de la muerte, pero tampoco intervino Pablo, quien al respecto escribió: “Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí” (Filipenses 2:27). Dios lo curó. Timoteo tenía problemas de salud (1 Timoteo 5:23), y Pablo sencillamente le dio algunos consejos.
El mismo Pablo había recibido una prueba dolorosa, la cual llamó “aguijón en mi carne”. No pidió a Pedro ni a ningún otro apóstol que lo curase. Suplicó tres veces al Señor que se la quitase, pero él le respondió: “Bástate mi gracia” (2 Corintios 12:9).
Sean cuales sean las circunstancias, estamos seguros de que la gracia y el poder de Dios intervendrán en el momento oportuno. Es difícil entender la voluntad de Dios cuando pasamos por la prueba. Si él lo juzga oportuno, sana. Él responde a la oración de fe (Santiago 5:15). ¡Confiemos en la sabiduría y en el amor de nuestro Padre!


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

miércoles, 11 de enero de 2012

DIRIGIRSE A DIOS

Cercano está el Señor a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.

Salmo 145:18



Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti.

Jonás 2:7

Por medio de la oración nos dirigimos a Dios y sabemos que él nos escucha (Salmos 65:2). La Biblia nos invita a hablarle “en todo tiempo con toda perseverancia y súplica” (Efesios 6:18). Dios está permanentemente listo para escucharnos. No es necesario seguir una regla, decir una oración clave o una frase obligatoria. Dios escucha lo que le decimos tal como nos expresamos, con las palabras que empleamos a diario.
Más adelante la Biblia precisa: “Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego” (Filipenses 4:6). No hay un tema demasiado pequeño ni demasiado grande para Dios, porque él se interesa en todos los aspectos de nuestra vida. Podemos contarle todo: preocupaciones, problemas, penas, angustias, necesidades materiales, teniendo la seguridad de que nos responderá en el momento oportuno (Hebreos 4:16).
“Que los hombres oren en todo lugar” (1 Timoteo 2:8). No hay obligación de orar en un lugar determinado, por ejemplo en una iglesia. Dios escucha nuestras oraciones, incluso las que decimos en silencio, estemos donde estemos: en casa, en el vehículo, en la calle, en el trabajo… ¡incluso en la cárcel!
Dirijámonos a él sin ningún temor, libremente, con sinceridad, como los niños ante su padre. Él dijo: “Clama a mí, y yo te responderé” (Jeremías 33:3).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

martes, 10 de enero de 2012

¡GRACIAS A MI CREADOR!

¿Dónde está Dios mi Hacedor, que da cánticos en la noche?

Job 35:10



Atribuiré justicia a mi Hacedor.

Job 36:3



Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que… lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.

Eclesiastés 12:1

«Tuve la suerte de venir al mundo, de vivir, de ser amado, de amar, de tener hijos, de actuar… en otras palabras, de hacer lo que la mayoría de los hombres hacen. Soy deudor a innumerables generaciones y descendencias de hombres y mujeres de las cuales provengo, y más concretamente, existo gracias a la unión de mis padres. Pero éstos no crearon la esencia de la vida, simplemente me la transmitieron. La suerte a la que me refiero es el precioso regalo del Dios creador, al darme la vida. Ese sentimiento de dependencia del creador no me molesta en absoluto. Al contrario, alabo a Dios por la vida que permitió que viviese, por los padres que tuve y que me enseñaron a conocerle, por la mujer con la que me casé y por los momentos únicos del nacimiento de nuestras dos hijas que me acercaron cada vez más a él.
Eso no quiere decir que en mi vida no haya habido nubes, tristezas, errores y dudas. El mundo donde vivimos tristemente está lleno de sufrimientos, miserias y horrores, pero creo que muchos de los males que abruman a la humanidad se deben al mismo hombre.
Mi fe no se limita a un Dios creador, pero inaccesible e imposible de conocer. Dios tiene una identidad, su propio Hijo Jesucristo, quien está vivo. ¡Sé que puedo hablar con él!».


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)