miércoles, 30 de noviembre de 2011

ESTA ES LA VOLUNTAD DE DIOS

¡Qué precioso día el día de hoy! Espero que lo estés disfrutando tanto como yo.

Hoy quiero hablarte sobre la voluntad de Dios. Este es un tema que a todos nos preocupa en algún momento... ¿Será la voluntad de Dios? ¿Qué es lo que Dios quiere?

La respuesta a estas preguntas varían mucho según la situación en la que nos encontremos, pero hay algo que puedo asegurarte, si deseas hacer Su voluntad, Dios se encargará de decirte cuál es, porque Él conoce tu corazón.

"El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti." Salmos 32:8

"Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar." Isaías 48:18

Así que confía en que Dios te guiará porque "el Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano". Salmos 37:23-24

Y si sabes que no has agradado a Dios con tu manera de vivir, pero deseas hacerlo: "Así dice el SEÑOR, el que te creó, estimado amigo, el que te formó: No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío". Isaías 42:1

"Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados." Isaías 43:25


Mira lo que Dios nos dice:
"Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados." Isaías 42:18-19

"Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes --afirma el Señor--, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza". Jeremías 29:11

lunes, 28 de noviembre de 2011

VENID A MI

¡Venid!: La tendencia natural de cada uno es alejarse de Dios. Por eso, como estamos lejos de Dios, necesitamos ir a él. Dios nos interpela. Se dirige a cada uno de nosotros directamente; nos ama a cada uno en particular y quiere salvarnos.

A mí: Dios no propone una religión, sino una persona: Jesucristo, quien quiere ponerse en contacto con cada uno de nosotros.

Todos: Jesús no rechaza a nadie, sino que ofrece su salvación sin distinción de raza, edad o condición.

Los que estáis cansados: ¿Está usted cansado de la maldad del mundo que lo rodea? O, a lo mejor, ¿Está harto de sí mismo y del mal que descubre en su propio corazón?

Y agobiados: Todos tenemos preocupaciones. Si es difícil encontrar a alguien que nos comprenda, es mucho más difícil aún encontrar a alguien que nos ayude a sobrellevar nuestras penas.


Y yo os daré: Quizás usted tenga la imagen de Dios como un dios exigente. Pero Jesús da sin pedir nada a cambio. La salvación que ofrece le costó tanto que nadie podría pagarla. Le costó su muerte en la cruz.

Descanso: En medio de nuestra vida, a menudo tan ajetreada, necesitamos descanso. Recibimos descanso de la conciencia cuando sabemos que nuestros pecados han sido perdonados, pero también descanso del corazón cuando gustamos el amor de Jesús.

En Dios solamente está acallada mi alma; de él viene mi salvación” (Salmo 62:1).

martes, 22 de noviembre de 2011

NO TE PREOCUPES, CONFIA EN DIOS

En estos días de turbulencia financiera y falta de trabajo, es muy fácil preocuparse. Jesús, nuestro amigo fiel, nos conoce mejor que nadie. Él conoce nuestra tendencia a impacientarnos por aquello que no podemos controlar. Por eso Él dijo (y te lo recuerdo en este día):

"No vivan preocupados pensando qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. ¿Acaso la vida consiste sólo en comer? ¿Acaso el cuerpo sólo sirve para que lo vistan?

Miren los pajaritos que vuelan por el aire. Ellos no siembran ni cosechan, ni guardan semillas en graneros. Sin embargo, Dios, el Padre que está en el cielo, les da todo lo que necesitan. ¿Acaso no son ustedes más importantes que ellos? ¿Creen ustedes que por preocuparse vivirán un día más?

Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas.

Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará más por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios!

Ya no se preocupen preguntando qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes no se desesperen por esas cosas. Su Padre que está en el cielo sabe que las necesitan.

Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Todo lo demás, él se los dará a su tiempo. Así que no se preocupen por lo que pasará mañana. Ya tendrán tiempo para eso. Recuerden que ya tenemos bastante con los problemas de cada día." Mateo 6:25-34 (Traducción en Lenguaje Actual)

Así que, estimado amigo, pon tus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene cuidado de ti. 1 Pedro 5:7 (TLA)

Recuerda que Jesús les dijo a sus discípulos:

-"No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí." Juan 14:1 (TLA). Y más adelante les vuelve a decir: "Les doy la paz. Pero no una paz como la que se desea en el mundo; lo que les doy es mi propia paz. No se preocupen ni tengan miedo por lo que va a pasar pronto". Juan 14:27 (TLA)

El autor de la carta a los Filipenses nos dice: "No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo. Filipenses 4:6,7 (TLA)

"Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos." Colosenses 3:15 (TLA)

"Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía." Isaías 26:3 (NVI)

A pesar de todas las cargas y tribulaciones por las que estaba viviendo, el salmista conocía la paz de Dios en medio de la tormenta:"Cuando me acuesto, me duermo en seguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad." Salmos 4:8 (TLA)

Estimado amigo, no dejes que las preocupaciones de esta vida ganen la batalla robándote la preciosa paz que Dios te ha regalado. Recuerda que "Dios te proveerá de todo lo que necesitas, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús." Filipenses 4:19 (NVI)

Por eso, "Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso. Él es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, ¡el Dios en quien confiamos!" Salmos 91:1,2 (TLA)

En este día podemos orar como el salmista: "Cuando me encuentro en problemas, tú me das nuevas fuerzas. Muestras tu gran poder y me salvas de mis enemigos." Salmos 138:7 (TLA)

"Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen". 2 Corintios 4:8-9 (TLA)

"No dejen de confiar en Dios, porque sólo así recibirán un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo dejen de confiar cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido". Hebreos 10:35-36 (TLA)

lunes, 21 de noviembre de 2011

SEGUIR AL SEÑOR

Caleb… había seguido cumplidamente al Señor.

Josué 14:14



Nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.

Mateo 19:27



El pastor… las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

Juan 10:2-4

Caleb “había seguido cumplidamente al Señor”. ¿Qué quiere decir eso?
Cuando hacemos una excursión por la montaña seguimos a un guía. La relación entre el caminante y su guía está basada en la confianza y la obediencia. Al caminar por las cuestas heladas ponemos los pies en sus huellas, cuando pasamos por un lugar rocoso observamos cómo esquiva las dificultades. Si el guía decide que es necesario renunciar debido al mal tiempo, damos media vuelta. Pero si afirma que podemos ir hasta la cumbre, no hacemos caso a nuestro cansancio y cobramos ánimo.
Del mismo modo el Señor Jesús nos invita a seguirle. Al dar su vida por nosotros en la cruz, nos mostró que merecía nuestra completa confianza. Por supuesto, no lo vemos a él con nuestros ojos, sino por medio de la fe, con la ayuda del Espíritu Santo y de la Biblia.
Al seguir a alguien tengo los ojos puestos en él para imitarlo. Imitar al Señor es tratar de parecerse a él. En todas las situaciones en las cuales Dios me coloca, su objetivo es que sea un fiel reflejo de Jesús: en mi forma de ser, de hablar, de actuar, y quizá de sufrir.
Para seguir al Señor es necesario conocerlo primeramente como el Pastor. El buen Pastor da su vida por sus ovejas. “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan 10:11, 27).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

sábado, 19 de noviembre de 2011

LLEVAR SU CRUZ

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

Lucas 9:23



El que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Lucas 14:27

Algunas personas que pasan por una prueba se refieren a ella como su calvario o la cruz que deben llevar. Muchos consideran que, en justa compensación, los que aceptan su sufrimiento con resignación se hacen merecedores de un lugar en el cielo y tendrán derecho a la felicidad en el otro mundo.
¡Error fatal! No son nuestros sufrimientos los que nos dan derecho a tener la vida eterna, sino los de Jesús. Sólo él subió al Calvario, plenamente consciente de lo que le esperaba como víctima para expiar nuestros pecados.
Entonces, ¿Qué significa la expresión «tomar» o «llevar» su cruz? El Señor sólo pide esto a los que quieren seguirle: el joven rico, sus discípulos. Es aceptar perderlo todo, incluso su vida, para seguir y servir a Jesús. La cruz también es un símbolo de muerte. El condenado que llevaba su cruz hasta el lugar de la ejecución, proclamaba públicamente que, para el mundo, dejaba de existir. Moralmente esta es la situación del que ha creído en el Señor Jesús. El cristiano está muerto al pecado, muerto al mundo, pues está identificado con Cristo en su muerte y en su vida, ya que tiene una vida nueva (Romanos 6:11; Gálatas 6:14). El mundo, el mal y la voluntad propia ya no tienen ningún derecho sobre él. No es, en absoluto, una carga dolorosa de la que nos encantaría liberarnos; esta cruz liberadora es el instrumento de la victoria, el arma distintiva y la bandera gloriosa del soldado de Jesucristo.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿POR QUE LA PRUEBA?

¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría?” (Job 37:16). Esta pregunta hecha a Job indudablemente sólo concernía a la esfera de la naturaleza, pero tiene para nosotros una aplicación espiritual: ¿Por qué hay tantas pruebas en nuestro camino? No lo entendemos con exactitud. Pero hay algo que está claro: esas pruebas forman parte de las obras maravillosas de Aquel cuya ciencia es infinita. Dios no se equivoca, ni cuando envía las nubes ni cuando las aleja. También podemos aplicarnos lo que Jesús dijo a Pedro con respecto a otro asunto: “Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después” (Juan 13:7).

La nube que llena nuestro corazón está cargada de agua, imagen de la bendición que Dios tiene en vista para nosotros a través de la prueba. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir… así será mi palabra” (Isaías 55:10-11). En los días de prueba, leamos y meditemos aún más la Palabra de Dios.

Por más grande y poderoso que sea el hombre, no está en su poder ordenar el curso de las nubes. ¡Menos mal! Satanás tampoco podrá hacer nada sin el permiso divino. Obrará sólo dentro de los estrictos límites que Dios le asigne, como cuando le dijo: “He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él” (Job 1:12).

lunes, 14 de noviembre de 2011

MI PATRIA CELESTIAL

Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Colosenses 3:1-2



Nuestra ciudadanía está en los cielos.

Filipenses 3:20

Cuando alguien se dispone a ir a un país lejano, y ante todo cuando piensa fijar en él su residencia, estudia la región, busca familiarizarse con el idioma y las costumbres del país.
Amados creyentes, ¿Consagramos suficiente tiempo a “las cosas de arriba”, al cielo, nuestra patria celestial? Parece que oigo su respuesta: ¿El cielo? ¿Cómo quiere que me lo imagine? ¡Ni siquiera los astronautas vieron gran cosa ahí arriba! Pero leamos todo el versículo citado: “Buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”.
En el cielo tenemos, pues, a un ser querido, a un Salvador viviente que nos conoce personalmente, que nos ama y nos fijó allí una cita. ¿No sería esto el mayor motivo de gozo?
Si allá arriba está nuestro tesoro, allá también estará nuestro corazón. Debemos tomar posesión de ese lugar por la fe y con gozo santo. Esto no nos llevará a un misticismo soñador, sino que hará de nosotros unos siervos activos y fieles a nuestro Señor.
Velemos, pues, para que veamos claramente. Hasta un objeto muy pequeño cerca del ojo nos oculta el sol. Son numerosas, variadas y hasta atrayentes las cosas que pueden distraernos en la tierra. Dejemos de lado todo lo que nos velaría la gloriosa persona de Cristo y las cosas que están arriba. En la Palabra de Dios las descubriremos por la fe.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

viernes, 11 de noviembre de 2011

NO ERAN MUCHOS

¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

Santiago 2:5



Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

Mateo 7:14

Sólo había tres discípulos con Jesús en la montaña (Mateo 17:1) para ser testigos de la majestad de aquel a quien el Padre glorificaba y de quien dijo: “Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia” (2 Pedro 1:17). Sólo eran tres en el huerto de Getsemaní, allí donde Jesús pidió a su Padre que si fuese posible lo librase de esos sufrimientos expiatorios de la cruz (Mateo 26:39). Sólo hubo un discípulo cerca de la cruz (Juan 19:26). Después de su resurrección, Jesús sólo se apareció a los suyos (Hechos 10:40-41; Hechos 1:1-9).
No eran muchos en esos momentos cruciales de la vida del Señor Jesús en la tierra, pero eran lo suficientemente numerosos para que queden bien sentados los hechos que seguidamente deberían dar a conocer alrededor de ellos.
Los que hoy quieren seguir al humilde Jesús de Nazaret, a menudo son personas insignificantes, pobres y despreciadas. Para entrar en el reino de los cielos es necesario hacerse pequeño como un niño (Mateo 18:3). Si el mundo nos desprecia, recordemos que Dios no lo hace. Jesús fue despreciado antes que nosotros (Juan 15:18). “No os extrañéis si el mundo os aborrece” (1 Juan 3:13). “No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido el Señor y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto el Señor os amó” (Deuteronomio 7:7-8).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

jueves, 10 de noviembre de 2011

LA REBELDIA

Habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Romanos 1:21



(Jesús dijo:) Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.

Juan 12:46

Periódicamente la insatisfacción y la rebeldía amenazan nuestra civilización. Algunos jóvenes, descontentos con el legado de sus antepasados, reaccionan con violencia. Algunos incluso acusan las bases de nuestra sociedad. Defienden la idea de tener más libertad y menos obligaciones. Quieren liberarse de las cadenas del pasado con la ilusión de que eso los conducirá hacia un mundo mejor. Sin embargo, el malestar y el desorden de muchos jóvenes, ¿no vienen acaso del hecho de que sus mayores quieren vivir su vida sin Dios? El abandono de valores como el temor a Dios, el amor al prójimo, el respeto a las autoridades, el matrimonio, la familia y la solidaridad, ¿no sería lo que conduce nuestra sociedad a la ruina?
A usted que es joven, nos gustaría darle un mensaje de esperanza. Con Jesús descubrirá un sentido a su vida, una felicidad que la sociedad de consumo no puede ofrecer, es decir, la felicidad de ser amado por Dios.
Dios ama a todos los hombres, sea cual sea la injusticia que los lleva a rebelarse o el odio que los atormenta. Él dio a su Hijo Unigénito para salvarlos. Pero es necesario reconocer ante él todo lo que hemos hecho mal, y entonces nos dará su perdón y su paz.
Lea la Biblia, en ella encontrará al Dios de amor.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

¿YA TE DISTE CUENTA?

¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ti, a quien el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.

Por eso, alégrate, aunque sea necesario que por algún tiempo tengas muchos problemas y dificultades. Porque la fe que tienes en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se prueba con fuego, la fe que tienes en Dios se prueba por medio de los problemas. Si pasas la prueba, tu fe será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la fe que tienes en Dios, porque una confianza que se ha probado tanto merece ser muy alabada.

Aunque nunca has visto a Jesucristo, lo amas y crees en él, y tienes una alegría tan grande y hermosa que no puede describirse con palabras. Vives alegre porque ya sabes que Dios te salvará, y por eso confías en él." 1 Juan 1:6-3-9 (NVI y TLA)

"Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen." 2 Corintios 4:8-9 (TLA)

Así también oraba el salmista: "Cuando me encuentro en problemas, tú me das nuevas fuerzas. Muestras tu gran poder y me salvas de mis enemigos." Salmos 138:7 (TLA)

"Por eso, estimado amigo, no dejes de confiar en Dios, porque sólo así recibirás un gran premio. Sé fuerte, y por ningún motivo deje de confiar cuando estés sufriendo, para que así puedas hacer lo que Dios quiere y recibas lo que él te ha prometido." Hebreos 10:35-36 (TLA)

En este día, te invito a que ores como lo hizo David hace tanto tiempo:

"Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor! Cuando mis malvados enemigos me atacan y amenazan con destruirme, son ellos los que tropiezan, son ellos los que caen. Me puede atacar un ejército, pero yo no siento miedo; me pueden hacer la guerra, pero yo mantengo la calma. Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.

Cuando vengan tiempos difíciles, tú me darás protección: me esconderás en tu templo, que es el lugar más seguro. Tú me darás la victoria sobre mis enemigos; yo por mi parte cantaré himnos en tu honor, y ofreceré en tu templo sacrificios de gratitud. Dios mío, te estoy llamando: ¡escúchame! Ten compasión de mí: ¡respóndeme!

Una voz interna me dice: "¡Busca a Dios!" Por eso te busco, Dios mío. Yo estoy a tu servicio. No te escondas de mí. No me rechaces. ¡Tú eres mi ayuda! Dios mío, no me dejes solo; no me abandones; ¡tú eres mi salvador! Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.

Dios mío, por causa de mis enemigos dime cómo quieres que viva y llévame por el buen camino. No dejes que mis enemigos hagan conmigo lo que quieran. Falsos testigos se levantan, me acusan y me amenazan.

¡Pero yo sé que viviré para disfrutar de tu bondad junto con todo tu pueblo! Por eso me armo de valor, y me digo a mí mismo: "Pon tu confianza en Dios. ¡Sí, pon tu confianza en él!" Salmos 27 (TLA)

¡Estimado amigo, el día de hoy te desafío a que no engrandezcas tu problema ni tu situación: Engrandece a tu Dios, que es más poderoso!

Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca.

En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos y se alegrarán.

Engrandeced a Jehová conmigo y exaltemos a una su nombre.

Busqué a Jehová, y él me oyó y me libró de todos mis temores.

Los que miraron a él fueron alumbrados y sus rostros no fueron avergonzados.

Este pobre clamó, y lo oyó Jehová y lo libró de todas sus angustias. El ángel de Jehová acampa alrededor de los que lo temen y los defiende. Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él!

Salmos 34: 1-8 (RV95)

sábado, 5 de noviembre de 2011

LA VOZ DE JESUS

Oye ahora la voz del Señor… y te irá bien y vivirás.

Jeremías 38:20



Mis ovejas oyen mi voz… y yo les doy vida eterna.

Juan 10:27-28

Si estamos en medio de una multitud, en la sala de espera de una estación de tren a una hora punta, con los oídos saturados por los ruidos y mil voces diferentes, sabemos cuán difícil es distinguir una voz entre las otras. Pero cada timbre de voz es único, al igual que las huellas dactilares o el ADN, que son verdaderas firmas de la persona. Eso es lo que nos permite reconocer la voz de quienes conocemos o amamos: cónyuge, hijos, padres, amigos…
Y la voz de Jesús, ¿no es una voz clara y reconocible entre el resto de voces? Es la voz que tranquiliza al que tiene temor o dudas, que anima y consuela en medio de la prueba y el dolor. La voz que Elías escuchó en el silencio del monte Horeb fue una voz apacible y delicada (1 Reyes 19:12).
Esa es la voz que escuchamos cuando hacemos callar el resto de las voces, es decir, cuando la escuchamos realmente. Esa también fue la voz que los discípulos reconocieron en medio de la tempestad, cuando Jesús les dijo: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!” (Marcos 6:50). Esa es la voz del Pastor que guía a sus ovejas, las protege y también las reprende.
Hoy en día, para oírla, nos basta leer la Biblia, la Palabra de Dios. “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:7).
“El Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal” (Hechos 18:9-10).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

jueves, 3 de noviembre de 2011

HOY PUEDES VENCER, ¡ANIMATE!

A lo mejor estarás festejando aquellas cosas que lograste alcanzar y también cuestionando los motivos de no haber alcanzado las que te habías propuesto hasta este momento.

¡Te tengo una muy buena noticia:
Cada segundo es una nueva oportunidad para vencer!

John L. Mason nos dice en su libro "Un enemigo llamado promedio": No permita que la búsqueda de su equilibrio se convierta en una excusa para no dar el único, agresivo y radical paso que Dios lo ha dirigido a dar.

En tres ocasiones, en Josué 1:6, 7 y 9, el Señor dice a Josué: Esfuérzate y se valiente. Creo que Él dice lo mismo a todos los creyentes de hoy día. Cuando decides estar en la ofensiva, la atmosfera de tu vida comienza a cambiar.
Aprende a tomar el hábito de tomar la iniciativa y nunca empieces tu día siendo indiferente.

Por lo general retroceder y estar a la defensiva refuerza el problema. La intimidación precede siempre a la derrota. Si no estás seguro de qué camino seguir, ora y enfrenta la situación con plena confianza.

Dos pescadores quedaron atrapados en una tormenta en medio del lago:
- ¿Deberíamos orar o remar? - Pregunto uno al otro.
- ¡Hagamos las dos cosas! - Respondió su sabio compañero.
Eso es hacer la ofensiva.

Que la búsqueda de la voluntad de Dios no sea una excusa para NO tomar una decisión. "Quien vigila al viento, no siembra, quien contempla las nubes, no cosecha". Eclesiastés 11:4 (Nueva Versión Internacional)

"Estimado amigo, encomienda al Señor tu camino; confía en él y él actuara" Salmos 37:5 (NVI).

Si decides caminar sobre el agua como lo hizo Pedro posiblemente te hundas, pero los brazos del Maestro estarán allí para sostenerte.

"El SEÑOR afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; podrá tropezar, pero no caerá, porque el SEÑOR lo sostiene de la mano" Salmos 37: 23-24 (NVI)

"Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡Pon tu esperanza en el Señor!" Salmos 27:14 (NVI)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LO QUE DIOS ESPERA DE TI

En Deuteronomio capítulo 10 leemos cómo Moisés estuvo en el monte Horeb cuarenta días y cuarenta noches, orando a Dios para que no destruyera su pueblo rebelde. Moisés finalmente dice: "Y él (Dios) me escuchó, pues no los destruyó. Al contrario, me pidió que me preparara y los guiara a conquistar la tierra que él prometió dar a los antepasados de ustedes".

A continuación comparto contigo lo que Dios habló a Su pueblo en aquel día, todavía muy vigente para el día de hoy:

"¿Qué espera Dios de ustedes? Simplemente que lo respeten y obedezcan, y que lo amen y adoren con todo su ser. Dios espera que ustedes obedezcan todos sus mandamientos, para que les vaya bien.

Nuestro Dios es dueño del cielo y de la tierra, y de todo lo que hay en ella. Él pudo elegir a cualquier pueblo de la tierra, pero eligió a los antepasados de ustedes porque los amaba, y los eligió también a ustedes para que hoy sean su pueblo. Pero no sean tercos, ni se olviden jamás del pacto que tienen con Dios. Él es el Dios soberano de todos los dioses, de todos los reyes y de todas las naciones.

Su poder hace temblar a todo el mundo. Cuando él toma una decisión, lo hace con justicia y nadie lo puede sobornar.

Dios es justo con los huérfanos y las viudas, y muestra su amor dándoles ropa y comida a los refugiados que viven entre ustedes. Así que muestren amor a los refugiados, porque también ustedes fueron refugiados en Egipto.

Obedezcan a Dios y adórenlo sólo a él. No adoren a otros dioses. Si tienen que jurar, háganlo en nombre de nuestro Dios. Ustedes han visto los milagros que Dios ha hecho en su favor, así que alábenlo siempre. No olviden que sus antepasados eran tan sólo un grupo de setenta personas cuando llegaron a Egipto. Ahora Dios los ha convertido en un pueblo tan grande que es imposible contarlos". Deuteronomio 10:12-22 (TLA)

Hay mucha más riqueza y sabiduría en este pasaje, pero hoy Dios te pide 4 cosas, estimado amigo:

1 - Temer a Dios, respetarle. "El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco". Proverbios 8.13 (RV60)

2 - Andar en todos Sus caminos. "Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma..." Jeremías 6.16 (RV60)

"Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre Que teme a Jehová". Salmos 128.1-4 (RV60) Leer también Salmos 119: 1-8

3 - Amarlo. "Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas". Deuteronomio 6.5 (RV60).

4 - Servirlo. "Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia" Hebreos 12.28 (RV60)