sábado, 14 de enero de 2012

DIOS SE DIRIGE A MI

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído.

Hebreos 1:2; 2:1

Por encima de las opiniones y de todas las tradiciones, el mensaje de la Biblia debe merecer nuestra atención porque, en ese Libro, es Dios mismo quien se dirige al hombre.
Como es Dios, y la inteligencia humana no puede elevarse hasta él por el simple razonamiento humano, Dios sólo puede ser conocido conforme a la medida en que se revela al hombre.
La creación, incluido el hombre, es un maravilloso testimonio de nuestro poderoso y sabio creador.
Nuestra conciencia es un don de Dios que nos permite conocer sus caracteres de santidad, justicia y amor.
Pero para conocer a un Dios Salvador, a un Dios que se interesa en su criatura, que quiere su felicidad, era necesario otro lenguaje: el que está contenido en la Biblia. Por lo tanto la Biblia no es una simple colección de preceptos morales que permiten una cosa y prohíben otra, ni un manual religioso para personas cultas o para un sector religioso. Si bien es cierto que contiene unos capítulos más difíciles que otros, todo lector con buena disposición de corazón es capaz de comprender el mensaje esencial. ¿Podría concebirse la existencia de un Dios que hablase a su criatura en un lenguaje oscuro? ¿Sería justo si comunicase su plan de salvación sólo a unos expertos?
Dios, quien lo conoce, lo ama y lo busca, se dirige a usted a través de este libro. Leer la Biblia es escuchar a Dios.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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