viernes, 6 de mayo de 2011

EL GRAN DONANTE

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16


Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida.

1 Juan 5:11-12

Al dar a su único y muy amado Hijo, Dios ofrece la vida eterna, pues él es la vida eterna.
–¿Quién es el destinatario de tal donación? El mundo, es decir, cualquier persona: usted, yo y cada uno de los habitantes de esta tierra.
–¿Por qué Dios dio a su Hijo? Debido a su gran amor: “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo” (1 Juan 4:9). ¿Quién es el beneficiario? “Todo aquel que en él cree”.
–¿De qué manera da Dios? Con toda libertad, de forma generosa y gratuita. “Siendo justificados gratuitamente por su gracia…” (Romanos 3:24). “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).
Al dar a su Hijo, supremo don, Dios nos “dará también con él todas las cosas…” (Romanos 8:32). ¿Cómo no poner nuestra confianza “en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”? (1 Timoteo 6:17).
Para proseguir el camino, Dios nos da también su Palabra, la verdad (Juan 17:14, 17), a la que podemos recurrir tantas veces como queramos para aprender y recibir ánimo. Y para comprenderla, “Dios… nos dio su Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 4:8).
Así, en su infinito amor, Dios nos da su paz, su alegría, su amor y la esperanza de su gloria.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)


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