ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA 070808

ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA

Meditación Diaria: 8/7/2008 1:06:46 AM

por RICARDO M. PUGLIESE

HEREDAR

1 PEDRO 3:9 no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.

Bajo el punto de vista natural y terrenal, un heredero recibe su herencia cuando muere el que escribió y firmó la sucesión de la herencia, pero en las cosas sobrenaturales y espirituales es diferente. Nosotros somos herederos de las bendiciones de un Dios vivo. Si tuviéramos que esperar a que Dios muera, ¡Nunca recibiríamos la herencia, pues Él vive desde siempre y para siempre, es eterno desde antes y después de todo! La Palabra de Dios es el documento legal que nos asegura las bendiciones de Dios. El saber esto debe producir en nosotros una sensación de tranquilidad y paz, pues, cualquiera que sean las circunstancias actuales, eso no cambia que somos herederos de cada una y todas las bendiciones del Señor.

En este tiempo difícil económico que usted está atravesando seguramente el diablo le ha hecho creer que usted es heredero de maldición en vez de bendición. No crea esa mentira que sólo logrará aniquilar su fe y hacerle caer de su posición espiritual de heredero victorioso. El diablo se opone a las bendiciones de Dios y hará lo imposible para que no las recibamos. En este día aunque no vea la bendición del Señor debido a su presente problemático, créale a Dios en lo que ha dicho en su Palabra. No se olvide que la Palabra de Dios es creativa. En el principio, cuando Dios dijo, las cosas fueron creadas. De la misma manera hoy si usted “dice” y confiesa que es legítimo heredero de todas las bendiciones de Dios sus circunstancias se crearán de acuerdo a la palabra dicha.

CONFESION DE FE: SOY HEREDERO(A) LEGITIMO(A) DE TODAS LAS BENDICIONES DEL SEÑOR PORQUE SOY SU HIJO(A).

ORACION: Enséñame en este día Señor a moverme en tu terreno espiritual. Anima mi fe para que pueda confesar con mis labios que Tú me has hecho un(a) heredero(a) de todas tus bendiciones. Gracias porque tu preciosa palabra siempre me alienta para seguir adelante. ¡Te amo Jesús! Amén.