lunes, 24 de septiembre de 2012

LA CONVERSION DE UN JOVEN (Testimonio)



Amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Isaías 38:17

«Estaba cayendo cada vez más bajo… Sin darme cuenta me estaba haciendo esclavo del pecado.  A los dieciséis años mi vida no podía ir peor.  Fui expulsado del colegio, pasé tres días bajo vigilancia, corría el riesgo de ir a la cárcel y gente mal intencionada quería matarme.  No podía aguantar más; ya no esperaba nada de la vida; había caído en lo más bajo…
Tomé conciencia de mis pecados, me puse de rodillas ante Dios y lloré ante él, pidiendo su misericordia y un profundo cambio en mi vida.  Era realmente sincero… Su respuesta no tardó en llegar.  Vivía en un barrio peligroso y Dios sabía la influencia que éste tenía sobre mí.  Hacía años que debíamos mudarnos, y de repente, mis padres recibieron una respuesta positiva para ir a vivir en una casa situada en un barrio tranquilo.  Luego Dios continuó su obra: las puertas de la escuela de Arte se abrieron para mí.  ¡Dios me había respondido!
Respondió a mis llamados; me perdonó por medio de su Hijo Jesucristo… me sentía totalmente insignificante ante ese amor tan fuerte e inconmensurable; estaba avergonzado por haber entristecido tanto a ese Dios que me ama tanto.
Hoy mi vida es totalmente diferente: vivo para Dios, a quien amo.  Veo su obra en mi vida día tras día.  Dios es bueno y misericordioso.  Tengan fe en él, obedézcanle y alábenle.  Dios es tan bueno que no tenerlo en cuenta sería el error más grande de su vida».

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

1 comentario:

Unknown dijo...

http://www.worldchallenge.org/es/node/19803?src=devo-email