Abre los ojos esta mañana pensando en que Dios es quien tiene el control de todo... ¡Absolutamente todo! Así que Satanás no tiene control de nada.
Vivir confiado en Dios es no preocuparse por la economía, por la devaluación, por los hijos, o el ambiente en el cual estamos viviendo; en cambio, vivamos el consejo de Jesucristo y no nos preocupemos porque no es razonable, todo lo contrario, vivamos en gozo, plenitud y una vida al máximo, y no preocupados por cosas insignificantes sabiendo que nuestro Dios suplirá todo lo que nos falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
¿Qué te tiene preocupado?
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