Si guardamos las palabras del Pacto que hacemos con Dios y las aplicamos a nuestras vidas, Él nos prosperará. Deuteronomio 29:9 dice: “Ahora, cumplan con cuidado las condiciones de este pacto (oración) para que prosperen en todo lo que hagan.”
Como vemos en esta promesa el Señor nos promete que nos prosperará en todo lo que hagamos, Él no habla de alguna cosa que haga sino de todo lo que haga.
Dios tiene planeado un destino para su vida, no permita que ese plan divino sea bloqueado por desobediencia o por causa del enemigo. Comience a profetizar las promesas bíblicas sobre su destino siendo persistente y perseverante.
Yo habito al abrigo del Altísimo me acojo a la sombra del Omnipotente. Él me cubrirá con sus plumas y bajo sus alas encontraré refugio, Su fidelidad será mi escudo y baluarte. No temeré el terror de la noche, ni la flecha que vuele de día, ni la peste que acecha en la oscuridad, ni la plaga que destruye a mediodía. Aunque caigan mil a mi lado y diez mil a mi mano derecha, a mi nada me afectará. Sal. 91:1,4,7
Recibo la sabiduría de Dios porque Él me la da generosamente. Santiago 1:5
Presento mis peticiones a Dios con Acción de Gracias en oración y ruego sin inquietarme por nada, y la Paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará mi corazón y mi mente en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7
El Señor me ha ordenado que sea fuerte y valiente, que no tenga miedo ni me desanime, porque el Señor mi Dios me acompañará adondequiera que vaya. Josué 1:9
Mi Dios suplirá todas mis necesidades conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.4:19
Adoro al Señor y me deleito en sus mandamientos, mi descendencia será poderosa en la tierra, mi generación será bendita. Bienes y riquezas hay en mi casa y Tu justicia permanece para siempre.
No tendré temor de malas noticias porque mi corazón está firme confiado en el Señor. Salmos 112:1,2,3,7. Amén.
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