miércoles, 9 de febrero de 2011

¿ESTAS EN UN LABERINTO? BUSCA A DIOS

Por Fernando Alexis Jiménez

Todo estaba perdido. Detrás el rey de Egipto y sus soldados iban en procura de darles muerte. No podían concebir que los hebreos, al mando de Moisés, hubiesen salido del cautiverio. "Los egipcios los persiguieron y los alcanzaron mientras acampaban al lado del Mar Rojo. Todos los caballos de los carros de combate, los jinetes y el ejército de faraón, alcanzaron a los israelitas en Pi Ajirot, frente a Baal Zefón." (Éxodo 14:9. La Palabra de Dios para todos).

Es probable que usted como los israelitas, considere que a pesar de sus esfuerzos, está frente a una enorme muralla que impide seguir adelante. Los problemas resultan más grandes que su capacidad de resolverlos. Humanamente no puede hacer nada.

El pueblo de Dios no sabía qué hacer. Quizá en otras circunstancias tenían idea de hacia dónde dirigirse; ahora tenían enfrente al Mar Rojo. Estaban atrapados.

Busque a Dios cuando esté sin salida

Quienes profesamos fe en el Señor Jesucristo, buscamos a Dios en las circunstancias favorables, y por supuesto, también en las desfavorables. No permitimos que las circunstancias adversas gobiernen nuestros pensamientos y acciones. Clamamos a Él, porque tenemos la convicción de que responderá en el momento oportuno, en su tiempo.

Acorralados en una situación difícil, los hebreos buscaron a Aquel que todo lo puede. "A medida que el faraón se iba acercando, los israelitas se fueron dando cuenta de que los egipcios venían por ellos. Se asustaron mucho y oraron para que el SEÑOR los ayudara." (Éxodo 14:10. La Palabra de Dios para todos).

Cuando buscamos al Creador en oración, el problema deja de ser nuestro y Él lo toma en sus manos para ayudarnos a resolverlo.

Las voces de la incredulidad

Si usted ya comenzó a clamar delante de Dios por un milagro, no se extrañe cuando surjan voces de incredulidad, de aquellos que no han experimentado una relación personal con Dios y por lo tanto su nivel de fe es muy bajo.

Aunque estaban a las puertas de la libertad, algunos hebreos expresaron incredulidad: "¿Acaso no te dijimos en Egipto: "Déjanos trabajar en paz para los egipcios"? Es preferible ser esclavo en Egipto que morir en el desierto." (Éxodo 14:12. La Palabra de Dios para todos).

Ese tipo de hombres y mujeres no faltan en ningún lugar. Roban la paz. Y si observan un asomo de esperanza y fe en su corazón, salen al paso con un comentario desobligante, desconociendo el poder ilimitado de Dios.

¡No permita que roben su fe! Aunque todo parezca adverso y un milagro se vea muy lejano, siga adelante, confiando Aquel que todo lo puede.

Manténgase firme en las oraciones

Pese a que el milagro no ocurra de inmediato, debemos seguir adelante, firmes en el clamor. "Moisés le dijo al pueblo: --No se atemoricen. Sólo deténganse a ver cómo el SEÑOR los va a salvar hoy. ¡Nunca más volverán a ver a estos egipcios! El SEÑOR peleará a favor de ustedes; así que manténganse en silencio." (Éxodo 14:13. La Palabra de Dios para todos).

Es esencial que descansemos en Dios. Cuando tengamos un asomo de duda o temor, recordemos de inmediato que hemos creído en un Dios de poder. Confíe plenamente que su situación, por angustiosa que parezca, será resuelta.

Obre motivado por la fe

Si tenemos la certeza de que nuestro amado Padre celestial responderá con poder, obraremos en fe, sabiendo que en su tiempo perfecto responderá con un peligro: "Moisés extendió su brazo sobre el mar y el SEÑOR provocó un fuerte viento del occidente que sopló toda la noche e hizo que el mar retrocediera. Las aguas retrocedieron a cada lado, dejando en el medio la tierra seca. Entonces los israelitas caminaron en medio del mar, sobre suelo firme. Se formaron dos murallas de agua, una a cada lado." (Éxodo 14:21, 22. La Palabra de Dios para todos).

La situación que le despertaba preocupación, es imperativo que la lleve a la presencia de Dios en oración. No deje que lo siga perturbando. En sus fuerzas no podrá resolver el asunto. Entrégueselo al Supremo Hacedor. Él sabe cómo obrar...

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