martes, 16 de agosto de 2011

CON TODA TU MENTE

Oh Señor, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.

Salmo 139:1-2



Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

Mateo 22:37

Varios versículos de la Biblia subrayan la importancia de los pensamientos en toda la vida del hombre. “Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7).
En la raíz de toda palabra o acción están los pensamientos. Éstos, en su conjunto, determinan lo que hacemos y lo que somos. Nuestro entorno ve nuestras acciones y oye lo que decimos, pero Dios ve el origen, las intenciones que nos impulsan a actuar de una u otra manera. Eso puede asustarnos, pero en el fondo nos da seguridad. Dios conoce los aspectos más oscuros de nuestra personalidad, sin embargo nos ama, tanto a usted como a mí. Su mirada está llena de benevolencia hacia nosotros. Él aborrece el pecado, pero ama y quiere salvar al pecador.
A menudo nuestros pensamientos de desconfianza y miedo, e incluso a veces de mentira o de odio, nos paralizan. Pero Dios desea sacarnos de esa cárcel. Si creemos en Jesús, él nos libera y nos da una nueva vida. Entonces, por medio de su Espíritu, nuestros pensamientos son transformados. ¡Qué cambio cuando la paz, el amor por Dios, por el prójimo y por todo aquello que es justo llenan nuestra vida!
Así es como Jesús nos libera. Rechacemos todo aquello que nos distrae de su amor. Leamos cada día los evangelios, así estaremos llenos de él.


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: