Escudriñad las Escrituras… ellas son las que dan testimonio de mí.
Juan 5:39
Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que… tengamos esperanza.
Romanos 15:4
Un hombre se acercó al puesto bíblico y preguntó: « ¿Por qué ofrecen el Antiguo Testamento? ¡Conocemos a Jesús nuestro Salvador y eso es suficiente!».
Es cierto, sólo Jesús es el camino, la verdad y la vida; esa es la buena nueva que nos anuncia el Nuevo Testamento. ¿Tiene usted la misma seguridad que ese creyente, seguridad que descansa en el sacrificio de Cristo en la cruz? Ahora bien, ¿Qué dice Cristo en el Nuevo Testamento? “Era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras” (Lucas 24:27, 44-45). Jesús mismo hace referencia al Antiguo Testamento llamándolo “las Escrituras”. En esa época los evangelios y las epístolas todavía no habían sido escritos. ¡Cuántas veces leemos en el Nuevo Testamento expresiones como: “para que la Escritura se cumpliese” (Juan 19:28), “lo que fue dicho por los profetas”! (Mateo 2:23). Por medio de símbolos e imágenes el Antiguo Testamento nos presenta la perfección de la persona y de la obra de Jesús, sus sufrimientos y los diferentes aspectos de su sacrificio. Muchos pasajes nos muestran cómo debemos conducirnos para agradar a Dios, y cómo Dios restaura y consuela a los que han caído. “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Leamos la Biblia en oración, para que el Espíritu nos ayude a comprenderla y ponerla en práctica.
© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)
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