lunes, 1 de agosto de 2011

¡QUE NO PASE DE LARGO!

Lucas 24:28 Y llegaron a la aldea a donde iban: y él hizo como que iba más lejos.

Tal como prometió, luego de la muerte en la cruz, el Señor Jesús resucitó al tercer día.

Se apareció a varios de sus discípulos.

Pero por un camino iban dos discípulos tristes, hablando de los sucesos de la cruz, y de cómo había muerto el Señor.

Ellos creían que su “Cristo” estaba muerto, y que todo se había acabado ya.

No sabían nada acerca de la resurrección... y hasta quizá ni la esperaban.

Hasta que el mismo Jesús se pone al lado de ellos y empieza a caminar, y les pregunta:

Lucas 24:17 Y díjoles: ¿Qué pláticas son estas que tratáis entre vosotros andando, y estáis tristes?

Pero ellos no se dieron cuenta que era Jesús... y respondieron sus tristes argumentos: ¡que su maestro estaba muerto!

En ese mismo instante Jesús le empieza a hablar acerca de pasajes del antiguo testamento que explicaban que era necesario “que el Cristo muriera y que resucitara al tercer día.”

Aún así, estos dos discípulos no reconocieron a Jesús... y siguieron caminando.

¡Tenían al lado un Cristo vivo y no se daban cuenta!

Tenían a Jesús caminando al lado de ellos por varios kilómetros sin percatarse que era EL.

Nos preguntamos... ¿De qué forma se revelaría Jesús a ellos para darse a conocer?

¿Les diría directamente que era El? o... ¿Les pediría que le dejen entrar a la casa?

Sin embargo, cuando estos dos discípulos llegan a su casa destino... Jesús sigue de largo.

¿Por qué sigue de largo nos preguntamos?

Cuando estas dos personas se dan cuenta que se aleja (aunque no conocían que era Jesús) le ruegan que volviese, y lo invitan a cenar a su casa.

El Señor entra... y justo en medio de la cena cuando Él “parte el pan agradeciendo a Dios” la Biblia nos relata que: justo en ese momento los ojos de estos discípulos de abrieron... ¡y conocieron que era Jesús!

Luego Jesús, desaparece de su vista milagrosamente.
Pero el propósito estaba cumplido: DAR A CONOCER A SUS DISCÍPULOS QUE ESTABA VIVO.

Estimado amigo/a:

¿Sabes cuántas personas caminan al lado de Jesús sin conocerle?

Por un periodo de tiempo asistieron a una iglesia, leyeron la Biblia, intentaron orar, pero nada les resultó.

Hicieron obras buenas, se comprometieron en actividades cristianas... pero a pesar de eso, no llegaron a conocer a Cristo.

Aunque estaba al lado de ellos... ¡no le conocieron!

Es así que en el camino de sus vidas... en vez de invitar a Jesús en su corazón le dejaron seguir de largo.

El Señor Jesús no entra "por la fuerza" en la vida de nadie.

El pasa por el camino, te habla, pero ¡cuidado! Porque Él seguirá su camino, si al menos no le detienes y le ruegas: ENTRA A MI CASA, ENTRA A MI VIDA.

El Señor sólo se revela en la intimidad del corazón, de aquel que se arrepiente de sus pecados y le CONOCE COMO SALVADOR.

¡Cuántos dejaron a Cristo seguir de largo!

¡Cuántos siguen en la tristeza de tener un Cristo muerto, pues nunca han estado delante del Cristo resucitado que quiere revelarse a su alma!

Quizá durante todo este tiempo el Señor caminó contigo y tú le dejaste seguir de largo en tu vida.

Pero... aún estás a tiempo, ¡detenle ya! Llámalo en invítalo a pasar a tu corazón.

El quiere entrar hoy y revelarse a tu vida, y entenderás todo lo que has aprendido de Jesús en la Biblia de la manera más clara: Directamente de ÉL.

Lucas 24:32

Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

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