domingo, 12 de febrero de 2017

CONSEJOS PARA LEER LA BIBLIA


La recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
1 Tesalonicenses 2:13
Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Salmo 119:18
 
 
El mensaje de la Biblia se vuelve vivo si es leído, no como obra de los hombres, sino como la Palabra de Dios.
–Dios habló para que la gente lo comprendiese. Leamos, pues, la Biblia sin buscar explicaciones complicadas. Es mejor leer pasajes seguidos, página por página, que leer versículos aislados. Una lectura aislada impide captar el sentido general. Es más fácil empezar por un evangelio, por ejemplo el de Marcos.
–Los textos más recientes de la Biblia son de hace unos 1.900 años. A menudo toman como imágenes escenas de la vida de antes. Sin embargo, la enseñanza espiritual de la Biblia sigue siendo muy actual. La erudición es inútil para comprender el sentido moral.
–Leamos la Biblia con oración. No se trata de hacer un análisis literario de los textos, sino de recibir su mensaje con confianza y creerlo. Gracias al Espíritu Santo podemos captar y asimilar la Palabra de Dios.
–Leámosla sin ideas preconcebidas, haciendo abstracción de lo que hemos oído o leído. Cada vez que leamos la Biblia, hagámoslo en la presencia de Dios como si fuese la primera vez. Hoy en día esto es imprescindible, pues se difunden muchas opiniones contradictorias sobre la Biblia.
–Leámosla sin tratar de buscar en ella una enseñanza filosófica. Busquemos más bien aquello que necesitamos para nuestra vida espiritual de cada día. La Palabra de Dios se aclara cuando ponemos en práctica lo que comprendimos.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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