miércoles, 22 de febrero de 2017

¡MIRA, LEE, Y ESCUCHA!

 
(Dios) nos ha hablado por el Hijo.
Hebreos 1:2
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.
2 Corintios 5:19
 
 
La Biblia es la Palabra de Dios, y ella es otra manera usada por Dios para darse a conocer. También nos muestra quiénes somos y el valor que nuestra vida tiene para Dios.
La Biblia no es un libro como los demás. Ella habla de un Dios que se comunica con su criatura. En varias porciones podemos leer: “Así dice el Señor”. Un Dios cuyo anhelo es escuchar y ayudar a los hombres, un Dios que pudo preservar su Palabra a pesar de todos los esfuerzos de quienes quisieron hacerla callar o desaparecer a lo largo de los siglos. Un Dios que guardó al pueblo hebreo como nación durante milenios, algo único. Un Dios que anunció muchos eventos que se cumplieron al pie de la letra. Por ejemplo, la Biblia contiene más de 300 profecías que anuncian la venida de Jesucristo a la tierra, y que efectivamente tuvo lugar.
El Dios de la Biblia también es el Dios Salvador. Los autores inspirados concuerdan, a pesar de su impresionante número (al menos 40) y las diferentes épocas en las que vivieron (unos 1.500 años): ¡el hombre necesita un mediador para poder reconciliarse con Dios! Este mediador es Jesucristo. Gracias a su sacrificio, Dios perdona a aquel que se arrepiente de sus actos desobedientes, de su rebelión, de sus errores. Todo el que reconoce que es pecador, puede volverse a Dios: sus pecados fueron borrados; Jesús los expió.
¡Nunca caímos demasiado bajo para ser salvos por Jesucristo! La Biblia nos presenta el Evangelio, las buenas nuevas, y ese Evangelio es un poder de vida para salvación de aquel que cree (Romanos 1:16). ¡Léala y créala!

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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