lunes, 6 de febrero de 2017

¿NO ME CONOCE?

 
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
Juan 14:9
 
 
Desde que Jesús le dijo: “Sígueme” (Juan 1:43), Felipe lo siguió y dio testimonio de que había hallado al Mesías. Luego vivió en compañía de Jesús durante tres años. Escuchó sus enseñanzas y vio sus milagros. Incluso escuchó a Pedro declarar a Jesús: “Tú eres... el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).
Pero Felipe no captó lo esencial del mensaje de Jesús y el valor de su presencia, y le dijo: “Señor, muéstranos el Padre, y nos basta” (Juan 14:8). Jesús le respondió: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
Esta pregunta se dirige a nosotros: ¿Cómo conocemos a Jesús? ¿Lo consideramos como un gran hombre, fundador de una religión? Esto no es suficiente, pues lo fundamental es conocerlo como el Hijo de Dios, que está vivo, el Señor.
Felipe no había captado que Jesús revela a Dios perfectamente. Al ver a Jesús percibimos a Dios, el Padre, tal y como se dio a conocer. El que desea acercarse a Jesús con toda humildad y verdad descubre quién es Dios. Ir a Jesús es el único camino hacia Dios. Jesús es el único intermediario, el único mediador entre Dios y los hombres. Es el hombre Jesucristo, quien se dio a sí mismo en rescate por todos (1 Timoteo 2:5-6).
Conocer al Señor Jesús es el principio y, a la vez, el objetivo de la vida cristiana. ¿Qué progresos he hecho en el conocimiento de Jesús desde que él me salvó? ¿Me dejo transformar a su imagen? (2 Corintios 3:18).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: