sábado, 19 de noviembre de 2016

DOS MANERAS DE NACER Y DE MORIR

Tiempo de nacer, y tiempo de morir.

Eclesiastés 3:2

(Jesús dijo:) Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Juan 11:25

Jean de la Bruyère, escritor del siglo 17, decía: «Para el hombre solo existen tres acontecimientos: nacer, vivir y morir». Todo ser humano viene al mundo por medio del nacimiento: es el nacimiento natural.
Pero la Biblia precisa que existe otro nacimiento: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:5-6). Esta sorprendente declaración fue hecha por Jesucristo, al principio de su ministerio.
Existen, pues, dos nacimientos muy diferentes. No escogimos venir al mundo; en cambio, nuestro nacimiento en el reino de Dios depende de nosotros. Jesús dice: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). Si creemos en él, experimentaremos ese nuevo nacimiento.
También hay dos maneras de morir:
–Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo... Si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis” (Juan 8:12, 24). No creer lo que Cristo dice supone presentarse culpable ante Dios, ante el Juez que sabe todo, para escuchar su condenación: la segunda muerte, el lago de fuego (Apocalipsis 20:13).
–Aquellos que depositaron su confianza en Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y resucitó, son revestidos con su justicia. Ahora no hay “ninguna condenación” para ellos (Romanos 8:1). Si mueren, estos creyentes experimentarán la felicidad de estar eternamente con el Señor en el cielo.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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