domingo, 13 de noviembre de 2016

LA LEY DEL ESPÍRITU DE VIDA


Consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 6:11
La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Romanos 8:2

Para los creyentes nuevos

Ustedes han creído en el Señor Jesús, se volvieron a él y le confesaron sus pecados. Lo aceptaron como Señor de sus vidas. Saben que Dios les perdonó todos sus pecados, sin embargo siguen siendo atraídos por ciertos pecados. ¡No se desanimen! La salvación no se limita al perdón de los pecados, también engloba la liberación del poder del pecado. ¿Cómo Dios nos libera del poder del pecado?
–Nos enseña que “morimos con Cristo” (Romanos 6:8), que estamos muertos al pecado (6:2). Un muerto ya no puede ser tentado. Por lo tanto, si una tentación me asedia, puedo responder: «Soy muerto», no tengo interés en esa propuesta. Mi nueva vida tiene otros alimentos muy valiosos.
De hecho, en sí misma esta vida nueva no tiene fuerza, pero Dios la coloca bajo una ley más poderosa, “la ley del Espíritu de vida”. La ley del pecado sigue estando presente, pero la ley del Espíritu de vida es más poderosa.
Si usted cree que puede actuar por sus propias fuerzas, si deja de depender del Señor, está en gran peligro de caer en el mal (Proverbios 16:18). Pero si vive por el Espíritu, unido siempre al Señor en pensamiento, saldrá victorioso y no cumplirá los deseos de la carne (Gálatas 5:16). Lo que lo libera no es lo que usted hace, sino el hecho de estar unido a Jesucristo, resucitado de entre los muertos, su poderoso liberador (Romanos 7:24-25), mediante el Espíritu Santo que habita y actúa en usted.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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