lunes, 31 de diciembre de 2012

¿QUIEN PUEDE BORRAR NUESTROS ERRORES?



La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
1 Juan 1:7


A ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Isaías 38:17

Frente a un pasado cargado de graves faltas, o de malas tendencias, conviene tomar la resolución de vivir diferentemente.  ¿Pero se puede hacer borrón y cuenta nueva, así nomás?
Decir que se ha pasado página ya es reconocer sus errores y sus faltas; pero hay páginas de nuestro pasado culpable que no pueden ser suprimidas; ellas permanecen.  No es pasando algunas páginas y tomando la resolución de obrar mejor que el escolar puede hacer desaparecer los errores que hizo en la víspera.  Un comerciante en una situación difícil no arregla nada suprimiendo las deudas que se hallan anotadas en su libro de cuentas; debe pagarlas.
Entonces, en nuestra vida, ¿cómo pagar esas deudas que, aunque tengan poca importancia a los ojos de los hombres, pesan sobre nuestra conciencia, nos molestan y nos turban?
Mediante su Palabra Dios nos enseña que está dispuesto a perdonar nuestras faltas y nuestros pecados.  Es necesario reconocerlos ante él y aceptar el medio que él da al ser humano para borrarlos y para ser reconciliados con él.  Ese medio es Jesucristo, su Hijo, quien vino para traer perdón a aquellos que lo desean.  Para el hombre ante Dios hay sólo dos posiciones muy diferentes: culpable y condenado, o perdonado y justificado por Jesucristo.
Ese perdón que Dios ofrece a todos da una paz incomparable a la conciencia y al corazón de aquellos que lo reciben.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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