lunes, 9 de septiembre de 2013

SIEMPRE



Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos.
Salmos 46:2


Estaremos siempre con el Señor.
1 Tesalonicenses 4:17

–“El consejo del Señor permanecerá para siempre” (Salmo 33:11). Independientemente de lo que opinemos de Dios, él es soberano, infinito, santo, y sus planes se cumplirán. El hombre empleó su libertad para corromper todo, pero el amor de Dios encontró la forma de salvar a los que se arrepienten y le buscan de todo corazón. La fe en el sacrificio de Jesucristo nos da el perdón de Dios. Su presencia para liberarnos asegura al creyente un futuro feliz. Esos son sus planes irrevocables.
–“Porque el Señor no desecha para siempre” (Lamentaciones 3:31). Si se siente agobiado por la culpa, clame a Dios; él no quiere que usted esté lejos de él para siempre, sino que desea perdonarlo. Puede hacerlo porque su Hijo Jesucristo fue castigado en su lugar y en mi lugar.
–“Regocijaos en el Señor siempre” (Filipenses 4:4). Ciertas alegrías de este mundo tienen su valor, pero todas tienen el mismo defecto, es decir, ¡no son duraderas! Jesucristo siempre es el mismo. Depositemos en él nuestra confianza, pues no decepciona a nadie y nos promete la verdadera felicidad con él para siempre. ¡Vale la pena conocerlo!
–Y cuando haya aceptado el eterno amor con el que Dios lo ama, descubrirá que ese Dios ha llegado a ser su Padre. En cualquier momento podrá acercarse a él mediante Jesucristo para contarle lo que está viviendo, sus necesidades, y también para decirle que confía en él, que está agradecido por todo lo que hace, mientras espera estar para siempre con él.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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