domingo, 13 de agosto de 2017

DIOS ES ACCESIBLE

 
 
Esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan 5:14-15
 
 
Antes de hacer una petición para obtener algo, nos preguntamos si la persona a quien nos vamos a dirigir puede darnos una respuesta satisfactoria. También tratamos de buscar el momento preciso para no molestarla y ser bien recibidos.
¡Qué diferencia con la acogida que tenemos cuando acudimos a Dios! Sabemos que él es todopoderoso, que nos ama: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:32). Podemos dirigirnos a él libremente, en todo tiempo, sin temor a molestarlo (Lucas 11:5-13).
¡Sí, en teoría sabemos todo esto! Pero, ¿lo creemos realmente cuando nos dirigimos a él? ¿No nos sucede que a veces oramos pensando que no nos va a responder? ¿Por qué sucede esto? Sencillamente porque nos hacemos una imagen de Dios a la medida de lo que es el hombre. Sin embargo, la Biblia nos habla de diferentes caracteres de Dios: su poder que libera, su fidelidad a sus promesas, su bondad en sus cuidados diarios...
Jesús vino a dárnoslo a conocer como Padre. “El Padre mismo os ama” (Juan 16:27). “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan 3:1). Aprendamos a conocerle en esta maravillosa relación. Esto nos llevará a comprender mejor su voluntad y en consecuencia a orar con mayor inteligencia y oportunamente.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: