ALIENTO DEL CIELO PARA CADA DIA
Meditación Diaria: 10/23/2008 1:43:03 AM
Meditación Diaria: 10/23/2008 1:43:03 AM
por RICARDO M. PUGLIESE
SOCORRO
SALMO 121:1 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?”
Muchas veces Dios permite que atravesemos situaciones difíciles para que comprobemos su grandeza y aprendamos a confiar en Él. Muchas veces decimos que creemos en Dios, y que le servimos, pero pareciera que en los momentos de dificultad nuestra fe decayera, y caemos en el temor, incredulidad y desesperación.
Confiar en Dios significa que ningún otro puede ayudarnos, excepto Él. Nuestra fe muchas veces tiene una mezcla de lo espiritual y terrenal, está basada en nuestro bienestar y depende de lo que vemos. La medida o el grado de fe se miden en medio de las adversidades de la vida. Cuando todo va bien es fácil decir “tengo fe”, pero cuando nos pasa lo que le sucedió al salmista (que miró a su alrededor y no tenía nada humano o natural donde aferrarse) allí se pone a prueba la calidad y nivel de nuestra fe. El Salmista, al expresar “mi socorro viene de Jehová” estaba confesando una realidad interior, que aunque no tuviera nada humano o natural donde aferrarse se afirmaría de lo más importante: Del Señor. ¿De dónde viene nuestro socorro?
CONFESION DE FE: MI SOCORRO VIENE UNICAMENTE DEL SEÑOR TODOPODEROSO
ORACION: Tú eres el único firme, estable y fiel, oh Señor. Tú eres mi Roca inconmovible donde puedo afirmarme con seguridad. Te alabo Dios mío, pues Tú, sólo Tú eres mi verdadero socorro. Amén.
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