miércoles, 26 de enero de 2011

DERRIBANDO MUROS EN ORACION

Mantener unas buenas relaciones interpersonales en la fábrica, parecía sumamente difícil. Desde que comenzaba el día, un ambiente pesado se percibía por todas partes. Las miradas furtivas, cargadas de odio o de desconfianza, se cruzaban por todas partes.

Josefina entendió que ése no era su mundo, pero tampoco podía dejar de trabajar porque era sumamente difícil encontrar—a su edad—una nueva vinculación laboral.

Lo que hizo fue clamar al Señor Jesús, en oración, que cayeran las barreras; que el clima de rencor cediera; que comenzara a reinar el buen entendimiento.

No fue un proceso de pocos días, por el contrario, debió orar por buen tiempo, pero los cambios comenzaron a evidenciarse. El ambiente de trabajo cambió y la mujer comprendió que, tomados de la mano de Dios, era posible derribar los muros que se levantan a diario.

Los milagros sí ocurren

Hemos insistido y el día de hoy lo haremos de nuevo, en el hecho de que al orar, se libera poder de Dios y ocurren milagros, hechos que humanamente no se pueden concebir ni lograr con nuestras fuerzas.

El Señor Jesús dijo a sus discípulos: "Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho" (Juan 15:7).

Es probable que usted haya leído este versículo bíblico muchas veces, pero no haya tomado conciencia de lo mucho que significa. Léalo de nuevo. Descubra que con su vida pueden ocurrir hechos maravillosos. Basta que manifieste fe en Aquel que todo lo puede. ¡Hoy es el día para su milagro!

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