viernes, 15 de noviembre de 2013

PERDER LA OPORTUNIDAD (Léase Hechos 24)



He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
2 Corintios 6:2


Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
Santiago 4:8


Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento.
Eclesiastés 12:1

Pablo, prisionero, compareció ante el gobernador Félix. Debido a su celo por presentar el Evangelio, este apóstol de Jesucristo fue acusado por los jefes religiosos de perturbar el orden público y atentar contra las tradiciones sagradas. Después de haber oído el testimonio de Pablo, el gobernador aplazó el proceso.
Algunos días más tarde Félix lo interrogó en privado para saber qué era eso de la fe en Cristo. El prisionero le habló de la justicia de Dios y del juicio venidero; entonces Félix, quien pensaba que no tenía que rendir cuentas a nadie, quedó espantado y dijo: “Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré” (v. 25). Su conciencia lo condenaba, pero prefirió eludir el tema y aplazó el serio examen de las necesidades de su alma… ¡Perdió la oportunidad!
¿Cómo reacciona usted cuando se le presenta la Palabra de Dios? Quizá tenga cierto interés por los asuntos religiosos pero, ¿rechaza todo lo que podría turbar su conciencia, hacerle sentir mal y, al igual que el gobernador Félix, prefiere aplazar el asunto para más tarde?
¡El momento ideal para ponerse en regla con Dios podría no volver a presentarse! Ahora mismo usted debe volverse a Dios para confesar sus pecados y creer que en la cruz Jesucristo sufrió el juicio de Dios en nuestro lugar. “La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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