sábado, 16 de abril de 2011

CREA SIN DUDAR EN LO MAS MINIMO

Su hijo debía presentar un examen bastante difícil en la universidad. Le había dicho, con visible preocupación, que necesitaba un buen puntaje. Ella lo tranquilizó: "Dios te ayudará, no temas".

El joven, por más que estudiaba, más inquietud sentía.

--Madre, me parece que será una prueba bastante compleja—le dijo.

Llegó el día. Lo esperaban. Y como suele ocurrir, nada era como pensaba. El día fue radiante. Los compañeros de clase se encontraban relajados. Él simplemente confiaba en las oraciones de su madre.

--Sé que Dios me respaldará…--se repetía confiado.

Y el resultado fue eficaz. Ganó el examen. La calificación fue altamente satisfactoria.

La madre del joven, con quien tuve la oportunidad de dialogar, me recordó el texto bíblico: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1)

Le agradecí que compartiera su testimonio. Era impactante. Lo comparto con ustedes.

Observe que para ser beneficiarios de los milagros, es necesario creer en Dios. Segundo, tener el convencimiento de que—aquello por lo que estamos clamando—ocurrirá. Tercero, no dudar en lo más mínimo.

Sin duda está requiriendo una manifestación maravillosa de Aquél que todo lo puede. ¡Hoy es el día para que ocurra ese milagro!

Clame al Señor. Hágalo con perseverancia. ¡El milagro ocurrirá!

© Fernando Alexis Jiménez.

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