jueves, 21 de abril de 2011

¿DONDE ENCONTRAR LA VERDAD?

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Juan 6:68

Una estudiante austriaca se hacía preguntas sobre el sentido de la vida. Con el fin de hallar respuesta a sus inquietudes, consultó las obras de los filósofos y teólogos más antiguos: Sócrates, Aristóteles, Platón y Tomás de Aquino, pero no obtuvo ninguna respuesta satisfactoria. La biografía de San Agustín la apasionó, pero no le dio la respuesta que buscaba. Entonces se metió en el ocultismo y la astrología. Tuvo contacto con un médium que le dijo que ella ya había vivido mil años y que era la hija de un dios griego. ¡Volvió a quedar decepcionada! Nadie era capaz de responder a su pregunta: ¿Dónde encontrar la verdad?
Cierto día tomó una Biblia y empezó a leerla. Poco a poco la luz penetró en su turbada alma. Ahora tenía la respuesta que había buscado desde hacía tanto tiempo. En la Biblia halló a hombres que se hacían las mismas preguntas, y a quienes Dios había respondido. Entonces oró al Señor. Más tarde dijo: «Comprendí que la verdad se halla en la Biblia, que Jesús es la verdad, la vida y el camino que conduce al cielo, y que lo único que tenía que hacer para sentirme realmente libre era creer. Ahora soy muy feliz».
“Ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Corintios 1:21).
“La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:14-17).
“Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4).


© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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