miércoles, 1 de noviembre de 2017

LOS CONSUELOS DEL SEÑOR

 
(Jesús dijo:) Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador... No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Juan 14:16, 1


A veces el cristiano se siente incomprendido y sin apoyo para resistir a las presiones de la vida. Su corazón, que antes estaba alegre, de repente se ve oscurecido por un dolor que ni siquiera podría compartir con un hermano en la fe. Pero el Señor sigue fiel; sigue siendo el amigo que “en todo tiempo ama”, y que “es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17). Muchos amigos pueden olvidarse de nosotros, o desaparecer, pero el Señor siempre estará con nosotros. Cuida de manera especial a los suyos que son huérfanos o que pasan por el duelo. Manifiesta la más tierna simpatía “al afligido que no tuviere quien le socorra” (Salmo 72:12).
A menudo, cuando nos vemos privados de lo que más amamos, hallamos en Jesús una felicidad de una frescura inimaginable. Sus palabras, al igual que toda la Biblia, se vuelven más valiosas para nosotros, y comprendemos mejor los pensamientos de Dios y su voluntad para nuestra vida. El Señor nos da esta promesa: “Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y... tomaréis consuelo” (Isaías 66:13). ¡Qué hermosa imagen de la fuerza y de la ternura de los consuelos del Señor!
¡Muchos creyentes no quisieran que sus circunstancias de vida difíciles cambiasen, si esto tuviese como consecuencia privarlos de los testimonios de amor y de simpatía del Consolador!
Un cristiano escribió: «Usted sabe desde hace mucho tiempo que es amado, pero la hora de la aflicción le hará descubrir la profundidad del amor del Señor Jesús».

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: