viernes, 17 de noviembre de 2017

SORPRENDIDOS POR DIOS

 
Así asombrará él a muchas naciones.
Isaías 52:15
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina.
Mateo 7:28
 
 
A los niños les encantan las sorpresas, los adultos las aprecian menos, pues les gustaría que todo llegase como fue previsto, deseado. Efectivamente, a veces hay malas sorpresas: la noticia de un accidente, de una enfermedad... pero también hay buenas sorpresas.
«Dios siempre es imprevisible, sorprendente», escribió André Frossard, escritor francés. Ante esta sorpresa, este asombro ante la acción divina, algunos se alejan y otros, por el contrario, se abren a la fe y adoran.
John Newton es el compositor del célebre cántico: «Amazing grace»: «¡Maravillosa gracia!», compuesto para el día de Año Nuevo de 1773. Él mismo pudo decir: «¡Era perdido y fui hallado! ¡Fui ciego y ahora veo!». Su conversión fue un cambio total. Como marinero, participaba en el mercado de esclavos. Durante una fuerte tempestad, aterrorizado, imploró la ayuda de Dios. Este hecho lo llevó a convertirse. Luego abandonó la marina para servir al Señor.
Sorpresa en la conversión, cuando vamos a Dios. A menudo las lágrimas corren por nuestras mejillas ante lo que durante tanto tiempo permaneció oculto.
Tenemos sorpresas a lo largo de nuestra vida: a veces al descubrir un versículo de la Biblia en el que nunca nos habíamos fijado o cuando somos testigos de las respuestas de Dios, que nos sobrepasan y nos llevan a adorar.
La vida cristiana no transcurre sin imprevistos ni novedades. Es un camino en el que aprendemos de mil maneras a conocer el amor de Dios, es “como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto” (Proverbios 4:18).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: