sábado, 4 de noviembre de 2017

NOS LLEGARÁ NUESTRO TURNO

 
No hay hombre que tenga... potestad sobre el día de la muerte.
Eclesiastés 8:8
Nuestro Salvador Jesucristo... quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.
2 Timoteo 1:10
 
 
Marcos, inclinado hacia la tumba donde el ataúd de su padre acababa de ser puesto, permaneció silencioso. Luego se dirigió a mí y me dijo: «Nos llegará nuestro turno». Mi amigo había perdido a su mujer hacía algunos meses, y ese nuevo duelo confirmaba la solemne declaración de la Escritura: “No hay hombre que tenga... potestad sobre el día de la muerte”.
¿Cómo esperamos nosotros ese final de nuestra existencia terrenal? ¿Buscamos alejar de nuestros pensamientos la llegada de la muerte, tratando de distraernos y disfrutando de la vida? Cada uno de nosotros debe preguntarse: ¿Estoy listo para encontrar a Dios? ¿Recibí la vida que viene de Dios, la que Jesús comunica? Debido a nuestros pecados merecemos su juicio, pues “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Pero Jesús nos dice: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
¿Ha reconocido su estado de culpabilidad ante Dios y ha aceptado el valor del sacrificio de Jesús en la cruz? ¡Hay que darse prisa; para cada uno de nosotros ya empezó la cuenta regresiva! ¡Sí, nuestro turno llegará!
Sin embargo, para los creyentes, la vida en la tierra puede terminar sin que llegue la muerte, pues esperamos el regreso del Señor Jesús, quien “transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:21).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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