domingo, 2 de abril de 2017

¿QUIERES SER SANO?

Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado... le dijo: ¿Quieres ser sano?... Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado.

Juan 5:5-9
 Algunas preguntas de la Biblia

Esta pregunta nos sorprende. Todos deseamos ser curados, entonces, ¿por qué Jesús hizo esta pregunta a un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años?
Traslademos la situación al plano moral:
–¿Quiero ser sano de mi tendencia a hacer el mal, ser liberado de mi culpabilidad, de ese vacío que siento desde hace tanto tiempo? La pregunta es muy pertinente: ¡para ser sanado primero hay que desearlo!
–Este hombre deseaba ser sanado. Pero no sabía qué hacer, pues era paralítico y no tenía quién le ayudase... Era consciente de que su situación no tenía solución.
–Yo también traté de mejorar, pero debo reconocer que soy incapaz. ¿Cómo puedo liberarme del mal que hay en mí? ¡Nadie puede ayudarme!
–Jesús vio la desesperación de ese paralítico y le dijo: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. ¡Al momento el paralítico fue curado y empezó a caminar!
–La curación moral que Jesús me ofrece es igual de repentina y maravillosa. Él llevó en la cruz esa culpabilidad que me agobiaba, las dudas que me carcomían, la condenación que merecían mis pecados y mi naturaleza opuesta al bien. ¡Me ofrece el perdón! Es como si me dijese: «Levántate y anda. Mira, puedes orar a Dios como a un Padre, eres libre. ¡Ven, sígueme!». Que mi respuesta sea: ¡Sí, Señor Jesús, voy a ti tal como soy!

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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