miércoles, 21 de junio de 2017

JESÚS HABLA A LAS MUJERES

 
Jesús iba... y los doce con él, y algunas mujeres... y otras muchas que le servían de sus bienes.
Lucas 8:1-3
Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
Juan 19:25
 
 
Al leer los evangelios nos llama la atención la actitud de Jesús hacia las mujeres con quienes se encontraba. Se mostró libre de todo prejuicio, les hablaba como hablaba a los hombres, con el mismo respeto, el mismo amor, las mismas exigencias y las mismas promesas: su actitud estaba ligada a lo que leía en los corazones. Su comprensión, su tacto, son tan diferentes a las opiniones de su época... ¡y de la nuestra!
Jesús defendió a una mujer despreciada debido a su pasado y subrayó su actitud de arrepentimiento, de humildad y agradecimiento porque sus pecados habían sido perdonados (Lucas 7:36-50). Protegió a otra que le presentaron para ser lapidada (Juan 8:3-11). También defendió a María de Betania, a quien los discípulos habían criticado por su gesto de adoración (Juan 12:1-8).
Con algunas mujeres Jesús tuvo conversaciones profundas sobre temas espirituales. Unas mujeres estuvieron cerca de él cuando fue crucificado. Y después de su resurrección se reveló primero a unas de ellas.
Jesús no desprecia a nadie, ni a los niños, ni a las mujeres, ni a los pobres, ni a los ricos, ni a los pecadores, ni a aquellos que se creen justos... Por supuesto que no pasa por alto nuestras faltas, pero no es con el objetivo de condenarnos, sino para perdonarnos.
Hemos venido presentando los diálogos entre Jesús y esas mujeres, todas diferentes, pero todas interpeladas por la gracia de Dios, de ese Dios que nos busca y quiere salvarnos.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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