sábado, 17 de junio de 2017

LO QUE NOS FRENA

 
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gálatas 5:1
Sois estrechos en vuestro propio corazón... ensanchaos también vosotros.
2 Corintios 6:12-13
 
 Un mensaje para los jóvenes cristianos
 
 
Quizá tenga la impresión de que lo que le frena en su vida cristiana son las condiciones de vida, las obligaciones sociales y profesionales, o incluso sus limitaciones físicas, su salud, sus capacidades. Esto puede ser cierto en algunos puntos, y si puede remediarlo, al menos en parte, vale la pena hacerlo. El apóstol Pablo escribió a los cristianos esclavos de Corinto: “Si puedes hacerte libre, procúralo más” (1?Corintios 7:21).
Pero en cuanto a esto, también hay una gran parte de ilusión, de la cual debemos ser conscientes, de otra manera nunca disfrutaremos de una verdadera libertad. ¿Qué piensa de ello? Si toda obligación exterior desapareciera, ¿sería suficiente para que usted encontrase la plena libertad a la que aspira?
En este ámbito, como en muchos otros, nuestras dificultades tienen su origen no fuera de nosotros, sino en nosotros. El problema está en nuestro propio corazón; ahí está el origen de nuestra falta de libertad. Nuestro corazón es prisionero de su egoísmo, de sus miedos y pasiones. Es él el que debe cambiar, dejándose educar por Jesucristo. Pidámosle a Dios, quien ha hecho de nosotros sus hijos, que abra nuestros corazones para que tomen consciencia de su amor y de su gracia. Entonces nuestra mente será liberada de todo lo que nos carga y nos frena. Tendremos una visión más abierta, más justa y más benevolente de los demás, y quizá también más justa de nosotros mismos.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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