jueves, 21 de marzo de 2013

PARTIR



Nuestros días sobre la tierra, (son) cual sombra que no dura.
1 Crónicas 29:15


Partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor.
Filipenses 1:23

«Prefiero emplear yo mismo el verbo marchar en indicativo antes que alguien me lo conjugue en imperativo». Así se expresaba un periodista para indicar su decisión de poner punto final a una emisión televisiva que él había presentado desde hacía mucho tiempo. Prefería decir: «Me marcho», en vez de oír: « ¡Márchese!».
A menudo podemos decidir nosotros si queremos dejar los estudios o una actividad profesional, pero a veces estamos obligados a hacerlo. Y con respecto a nuestra vida terrenal, un día tendremos que partir, ponernos en camino hacia la Eternidad. La Biblia declara: Hay “tiempo de nacer, y tiempo de morir… No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu” (Eclesiastés 3:2; 8:8). David, quien depositó su confianza en el Señor, afirmó: “En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:15).
Los años pasan rápido, y Dios nos advierte: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2).
¿Pasaremos toda nuestra vida sin esperanza y sin Dios? (Efesios 2:12). Nuestra negligencia respecto al más allá es en realidad un menosprecio a la bondad de Dios. Aceptemos su maravillosa oferta; ella responde a nuestra miseria interior y nos da la vida eterna mediante la fe en Jesús. Entonces, al igual que el apóstol, podremos decir: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo 1:15).
Y nosotros, lectores cristianos, ¿estamos dispuestos a dejar todo lo que hay en la tierra, para “estar con Cristo?

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: