sábado, 7 de enero de 2017

¿DÓNDE ESTÁS?

 
El Señor Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Génesis 3:9-10
Huía de la presencia del Señor
Jonás 1:10
 
 
Esta es la primera pregunta que Dios hace en la Biblia, y se dirige al primer hombre que, después de haberle desobedecido, se escondió y huyó de la presencia divina. Esta misma actitud continúa manifestándose hoy. Muchas personas se sienten incómodas con Dios, por eso huyen. Sin embargo, así como Dios trató de ponerse en contacto con Adán, también trata de hacerlo con cada uno de nosotros ahora.
¿Dónde estás? Esta pregunta no se refiere a nuestra posición geográfica, sino al estado de nuestro corazón. ¿Cuál es nuestra reacción al llamado de Dios? Podemos huir o encerrarnos en el ateísmo, escondernos en el materialismo de la sociedad de consumo, escudarnos detrás de razonamientos que parecen sensatos, ser indiferentes a lo espiritual...
Tratar de escapar de Dios no resuelve nada. Un día cada uno de nosotros comparecerá ante él y tendrá que dar cuenta de las decisiones que haya tomado durante su vida.
Hoy Dios desea tener un encuentro con nosotros tal como somos. Dejémonos iluminar por su luz, no le escondamos nada. Confesémosle nuestra incapacidad y nuestros pecados. No solo recibiremos un pleno perdón, sino también su gracia, que está basada en el sacrificio de su Hijo. Así es como uno se convierte en hijo de Dios; y entonces, en vez de escondernos, le hablamos como a un Padre.
“Vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él (de Cristo) los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre” (Efesios 2:17-18).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

No hay comentarios: