lunes, 14 de enero de 2013

ALINEADOS CON DIOS PARA TENER UN AÑO BENDECIDO



Ritchie Pugliese

El Salmo 89 tiene unos puntos poderosos para ayudarnos a entender lo que Dios quiere hacer con nosotros en este año.  Este Salmo quiere direccionar nuestro sentido espiritual para el tiempo que viene:
Los vv. 3-4 dicen lo siguiente:

“Hice pacto con mi escogido; Juré a David mi siervo, diciendo: 4 Para siempre confirmaré tu descendencia, Y edificaré tu trono por todas las generaciones.”

Dios tenía una relación de pacto con David.  Por eso lo llamó “escogido”.  En los tiempos antiguos la relación de pacto era unilateral o bilateral.  En la primera, sólo una de las partes se comprometía a hacer algo en favor de alguien o alguna cosa, y en la segunda era una responsabilidad mutua.  En este caso, vemos la unilateralidad de Dios sobre la vida de David.

Aquí Dios se está comprometiendo a darle a David todo lo que él necesitaba para cumplir su misión y mandato en la vida.  ¡Así es con nosotros hoy también! Si somos fieles al Señor, él será mucho más fiel y poderoso para bendecirnos.

Es bueno aclarar el término “escogido”.  Ese término hoy se ha desvirtuado y hay sectas por todos lados que hablan de ser escogidos, etc.  Bíblicamente hablando los escogidos son los que primero han entrado en una relación de pacto con Dios, a través de Jesucristo.  Cualquier persona que acepte y reciba a Cristo en su corazón se transforma en un escogido de Dios.  Es por pura gracia y no por ser mejor que los demás.

Así que en el pasaje leemos que David estaba posicionado correctamente con el Señor.  Debido a ese correcto posicionamiento espiritual, experimentaría resultados poderosos.  Así sucederá con nosotros hoy si hacemos lo mismo.

En los vv.20-23 encontramos detallados esos resultados poderosos de estar bien posicionados con Dios:
“Hallé a David mi siervo; Lo ungí con mi santa unción. 21 Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá. 22 No lo sorprenderá el enemigo, Ni hijo de iniquidad lo quebrantará; 23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, Y heriré a los que le aborrecen.”

Veamos a continuación cuales son los resultados de posicionarnos con Dios:

1. Hay una nueva unción
“Lo ungí con mi santa unción”.  Ungir significa consagrar, hacer algo sagrado o elegir algo para una tarea sagrada.  La unción trae con ella la autoridad necesaria para llevar a cabo la tarea que tenemos que hacer.

Con el tema de la unción hay demasiada confusión, pero básicamente podemos decir que la unción es para cumplir una misión, para hacer algo para Dios.

En Hechos 10:38 leemos: “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”
El pasaje es bien claro: Así como Jesús fue ungido para hacer bienes, de la misma manera el creyente cuando es ungido, es porque es comisionado para hacer algo.  No existe tal cosa como “perezosos ungidos” o los “ungidos que se la pasan solamente sentados en una banca de la iglesia mirando cómo los demás sirven a Dios”.  La unción nos moviliza, nos hace dejar la pasividad, el letargo espiritual y nos impulsa a hacer algo bueno para Dios.

Por cierto existen diferentes unciones para distintas misiones, pero es bueno que sepamos que el Señor nos quiere utilizar tal como somos y con los dones y talentos que tengamos hoy.

Muchos creyentes creen que porque no predican ni suben a la plataforma no tienen ningún ministerio ni don útil para desarrollar.  Todos tenemos talentos, dones descubiertos o encubiertos para desarrollar.  No nos menospreciemos con lo que Dios nos ha dado.  Así como el Señor le dijo a Moisés: “¿qué tienes en tu mano?, el Señor hoy nos dice lo mismo.

En el caso de que usted ya sepa cuál es su don y lugar en el cuerpo de Cristo, no olvide el consejo del Apóstol Pablo en 2 Timoteo 1:6 “te aconsejo que avives el fuego del don”.  Deje que el Espíritu Santo avive, encienda, el don que ya usted tiene para que pueda ser utilizado santamente y eficazmente en el Reino de Dios.


2. Hay nuevas fuerzas
“Mi mano estará siempre con él, Mi brazo también lo fortalecerá”
Tener fuerza significa tener vigor, poder, energía y fervor.  Otra definición de fuerza es tener poder para influenciar, tener autoridad o recursos.  Nuestro pacto con Dios nos posiciona para tener fuerza sobre el enemigo.

Tener fuerza también significa tener poder para resistir un ataque.  Isaías 52:1 dice “Despierta, despierta, vístete de poder (o fuerza), oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo.”

La fuerza es algo que debemos vestirnos.  Debemos examinar nuestra armadura y reparar cada lugar que ha sido debilitado por el cansancio, las luchas, la apatía y el adormecimiento espiritual, los cuales pueden robarnos la fuerza.

Isaías 40:31 dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”

Note que dice “esperan a Jehová”.  No dice “esperan en Jehová”.  Esperar “a” da la idea de un encuentro, de algo específico.  Muchos de nosotros hemos perdido las expectativas y vivimos como que nada nuevo ni bueno puede sucedernos.  ¡Este es tiempo de creer con fe que el Señor va a hacer algo glorioso en nuestras vidas!

2 Corintios 12:10 dice: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Joel 3:10 dice también: “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”


3. No nos sorprenderá el enemigo
“No lo sorprenderá el enemigo”.  El enemigo puede sorprendernos si nos debilitamos espiritualmente.  Si estamos limpios y caminamos en santidad no podremos ser afligidos, sino sólo atacados, pero nunca vencidos.

La Palabra de Dios nos anima a no dormirnos ni estar desprevenidos espiritualmente en 1 Pedro 5:8: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”

El pasaje nos dice que a pesar de ser creyentes, si nos descuidamos, podemos ser devorados por nuestro adversario el diablo.  No debemos vivir bajo el temor de poder ser devorados, pero sí debemos estar siempre alertas para cuidar y conservar todo lo que Dios nos ha dado.  Si estamos alertas y despiertos espiritualmente tendremos poder para desbaratar los intentos del enemigo de robarnos las bendiciones y el destino que Dios ha trazado para nosotros.


4. Dios tomará la delantera en lugar nuestro
“Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos, Y heriré a los que le aborrecen.”

Porque estamos en una relación de pacto con Dios, él tomará la delantera y desplegará su poder para derrocar, derribar el poder del enemigo en nuestra contra.

Isaías 45:2 claramente nos dice que significa que Dios toma la delantera: “Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos”

Dios al tomar la delantera destruye, quebranta y rompe a su paso todo lo que puede impedirnos alcanzar sus bendiciones.  ¿Cuál es el propósito de ir delante de nosotros? La respuesta la obtenemos en el versículo siguiente: “te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.”

Hay tesoros escondidos por el enemigo para que no los recibamos y también hay tesoros que el enemigo nos ha robado y escondido para que nos frustremos y sintamos derrotados.

El Señor ha prometido ir delante de nosotros.  Isaías 59:19 dice: “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.”

En los tiempos antiguos un estandarte o bandera significaba una señal de protección y fidelidad.  El Señor en este tiempo nos está diciendo que él va delante de nosotros no sólo para protegernos sino también para demostrar su fidelidad en todo aquello que él nos ha prometido y todavía no hemos visto su cumplimiento.

¿Podemos entender la importancia de estar bien alineados con Dios, desde el principio del año?
¿Nos damos cuenta la necesidad de prepararnos, alinearnos y posicionarnos espiritualmente para lo que Dios quiere hace en este año?

Si lo hacemos, así como sucedió con David en su momento, nosotros también experimentaremos en nuestras vidas, familias, negocios y ministerios los gloriosos beneficios por estar correctamente alineados con Dios para los tiempos que vienen.

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