sábado, 12 de enero de 2013

EL LIBRO DE LAS CERTEZAS



Nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 1:21


Palabra fiel y digna de ser recibida por todos.
1 Timoteo 1:15

Desde hace mucho tiempo, numerosas personas entre los llamados cristianos intentan sacar sus predicciones de la Biblia.  A través de augurios anuncian todo tipo de males, e incluso el fin del mundo, hasta el punto de fijar fechas.  La Biblia no es un libro esotérico ideal para sugerir especulaciones de ese tipo.
La Biblia es la Palabra de Dios.  Ella muestra a los hombres que ellos son pecadores y que merecen el juicio venidero.  Mientras todavía es tiempo, Dios quiere volver nuestra mirada hacia Jesucristo, el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).
El que le escucha encuentra en la Biblia todo lo que tiene que saber para ser salvo.  En cuanto al pasado, sabe que sus pecados están perdonados: Cristo los expió en la cruz.  Para él, el presente es una etapa en comunión con Dios (Romanos 5:1-2).  Su razón de vivir es Jesucristo, su Salvador, quien prometió estar con él todos los días (Mateo 28:20).  En cuanto al futuro también recibe certezas basadas en las promesas del Señor:
“No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5).
A pesar de los acontecimientos inquietantes que se producen alrededor de nosotros, el cristiano puede, día tras día, confiar en Dios respecto a todo lo que le concierne.
“Con todo yo también sé que les irá bien a los que a Dios temen, los que temen ante su presencia” (Eclesiastés 8:12).
“La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan” (Esdras 8:22).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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