martes, 23 de julio de 2013

DEL MIEDO AL TEMOR DE DIOS



(Adán dijo a Dios:) Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Génesis 3:10


Pero en ti hay perdón, para que seas reverenciado.
Salmo 130:4


El temor del Señor será su tesoro.
Isaías 33:6

A menudo la Biblia menciona el miedo, el pavor, relatos de huidas, gritos de desamparo… Describe estados completamente actuales. Ella nos enseña que el miedo está relacionado, sobre todo, con el hecho de que el hombre no respetó a su Creador. La primera vez que la Biblia habla del miedo es en relación con Adán, cuando éste desobedeció a Dios. Antes de haber escuchado al tentador, Adán no se escondía de Dios. Pero desde entonces, Dios fue espontáneamente visto como alguien que controla a su criatura y como una amenaza para su libertad.
Actualmente algunas personas dicen con facilidad que no tienen miedo de Dios. Se atreven a decirlo porque tratan de alejar de sus pensamientos incluso la idea de Dios. Es como si su conciencia estuviese insensibilizada; no consideran el hecho de que tendrán que comparecer ante Dios. Sin embargo, muchas circunstancias, como por ejemplo la muerte de un ser querido o el presenciar un accidente, hacen que la voz de la conciencia vuelva a resonar y reavivan el miedo a la muerte y al más allá.
El cristiano no tiene miedo de Dios porque lo conoce como su Salvador. Sabe que Dios perdonó todas sus faltas por medio de la muerte de Jesús. El miedo da paso a la paz y a la confianza en ese Dios de amor. Pero consciente de lo que es y de lo que recibió, teme desagradarle y deshonrarle.
“El temor del Señor es manantial de vida” (Proverbios 14:27).

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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