lunes, 15 de mayo de 2017

JESÚS HABLA A LAS MUJERES - "ESTA HA HECHO LO QUE PODÍA"

 
Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
Marcos 14:3
 
 Juan 12:1-8
 
 
Poco tiempo después de la muerte y resurrección de Lázaro, Marta y María estarían nuevamente tristes debido a la muerte de Jesús. Pero algunos días antes de su crucifixión, todavía pudieron compartir con él una cena. Parece que solo María comprendió que el Señor iba a morir. ¿Qué podía hacer? Estaba sola ante el poder de los que habían decidido su muerte... Sola en medio de los discípulos, quienes no la comprendían... ¿Cómo podría expresar su simpatía a Jesús y su adoración?
Dios puso en su corazón el deseo de hacer algo por Jesús. Superó los obstáculos, sus temores y la reprobación de los demás. Hizo lo que estaba dentro de sus posibilidades al ofrecerle un perfume de gran precio. Jesús dijo: “Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura” (Marcos 14:8).
El gesto de María no fue comprendido, ni siquiera por los discípulos, quienes la criticaron por tener esa iniciativa. Por dolorosas que fuesen sus palabras, María no se defendió, pero el Señor, en quien ella creía, la aprobó delante de todos.
Este gesto fue un acto de adoración y de fe. Jesús estaba en el centro, “y la casa se llenó del olor del perfume” (Juan 12:3).
Sucede lo mismo hoy en día. Cuando expresamos nuestra adoración a Jesús, él es el centro, y todos los creyentes presentes pueden asociarse a ella.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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