miércoles, 27 de febrero de 2013

CONOCER A DIOS



Dios es luz.
1 Juan 1:5


Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
1 Juan 4:7-8


A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Juan 1:18
La creación nos muestra de forma muy evidente la existencia de Dios.  Por consiguiente, quienes rehúsan reconocer que fue necesario un arquitecto y creador divino para concebir y realizar una obra así, “no tienen excusa” (Romanos 1:20).
Hay una diferencia entre el hecho de saber que alguien existe y el hecho de conocer a esa persona.  Para conocer a Dios es necesario algo más que la inteligencia y la sabiduría humanas, pues “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).  Es necesario que Dios revele a los hombres sus propios caracteres de una manera comprensible para ellos, y lo hizo mediante el don de su Hijo Jesucristo.
Cuando Jesús vino a la tierra, puso en evidencia los dos caracteres de Dios, a saber: la luz, que revela el pecado que está en mí, y el amor, que lo quita por completo.  Conocer a Dios es haber tenido personalmente esta doble experiencia de la luz que revela el pecado y el amor que perdona al pecador arrepentido.
Esto se ve bien ilustrado en la experiencia del ladrón en la cruz: un destello de luz alcanzó su conciencia, se reconoció culpable y lo confesó.  Al instante escuchó la respuesta de la gracia del Señor: “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:39-43).
Y usted, ¿conoce a Dios mediante Jesucristo?

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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