lunes, 18 de febrero de 2013

¿Qué actitud tendrá usted?


Uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba… Respondiendo el otro… dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Lucas 23:39-43

 

En Jerusalén tres condenados iban de camino al Gólgota para sufrir el infamante y terrible suplicio de la crucifixión.  Ellos mismos llevaban su cruz.  Los malhechores eran dos.  El tercero, Jesús, había sido reconocido inocente por el gobernador romano, quien no obstante lo condenó a muerte para agradar a la multitud.
Los dos ladrones fueron crucificados uno a la derecha y el otro a la izquierda de Jesús.  Entonces le oyeron pedir a Dios, su Padre, la gracia sobre sus enemigos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).  Por su parte los transeúntes, los jefes religiosos y los dos malhechores se unieron para burlarse de Jesús e insultarle.
Pero uno de los dos ladrones se detuvo y consideró a ese excepcional condenado.  Re-prendió a su compañero y reconoció la culpabilidad de ambos.  Discernió la inocencia de Jesús y, más aún, reconoció en su persona al Hijo de Dios, al rey de un reino futuro.  Le pidió con humildad y sencillez que se acordase de él en su reino.  La respuesta de la gracia fue más allá de la petición: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.  No hubo una etapa intermedia, ni obras, ni bautismo, sino que únicamente la fe en el Hijo de Dios crucificado le dio entrada a la eterna felicidad junto a Dios.
El otro malhechor permaneció endurecido, aunque el Salvador estuviese cerca de él.  Esta es una ilustración de las dos actitudes que todo hombre, aún hoy, puede tener con respecto al amor del Salvador crucificado.  ¿Qué actitud va a tener usted?



© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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