domingo, 3 de febrero de 2013

La resurrección (1): El fundamento del cristianismo



Comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Mateo 16:21

(Jesús dijo:) Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 1:17-18
¿Hay una noticia más extraordinaria que la resurrección de Jesucristo de los muertos? La resurrección de Cristo es una verdad central del cristianismo.  Contrariamente a las creencias basadas en filosofías o ideologías, el cristianismo está fundado en un acontecimiento histórico: una tumba vacía y una persona viva, es decir, Jesús.  El apóstol Pablo subrayó este aspecto fundamental escribiendo en una epístola, poco tiempo después de que el Señor estuviese en esta tierra: “Si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados… Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres”, pero luego añade: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:17-20).  No es sorprendente que a lo largo de los siglos esta verdad haya sido atacada por los que se oponen a Cristo.  Ya desde los tiempos de Jesús la secta de los saduceos negaba la resurrección de los muertos, pero los ataques se multiplicaron desde mediados del siglo 19 hasta hoy.  No obstante, si Dios pidió a los hombres que creyesen en la resurrección de su Hijo, también se encargó de dar numerosas pruebas de ello.  Existen pocos acontecimientos históricos que hayan sido descritos y confirmados por tantos testigos.

© Editorial La Buena Semilla, 1166 PERROY (Suiza)

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